Es más urgente que nunca salvaguardar nuestra salud de los efectos que tiene el cambio climático en ella y que ya sufren millones de personas en todo el mundo.
El coste de la inacción ante el cambio climático lo pagan nuestros pulmones, y esto es algo que hay que cambiar
Es el ejemplo más claro de las consecuencias de no hacer nada contra el cambio climático, según ha advertido en esta Cumbre del Clima la responsable de la OMS, María Neira.
Casi la mitad de los países que han colaborado en su informe han evaluado los riesgos climáticos para la salud pública: estrés térmico, lesiones o muertes causadas por fenómenos meteorológicos extremos, que en España se notan especialmente, tal y como ha contado en Onda Cero, Desiré Gutiérrez, portavoz de la AEMET.
A nivel de gobernantes, el organismo da un toque de atención a los países, ya que la mayoría no cumple con sus propios planes para salvaguardar la salud de los efectos del cambio climático.
De hecho, sólo el 38% tiene dinero para ejecutar su estrategia nacional al respecto, y de lo que no nos damos cuenta, según advierte Greenpeace, es de que invertir dinero mejora nuestra superviviencia.
La OMS le pone cifras: con la reducción de las emisiones de carbono, el dinero que se ahorraría en sanidad podría dedicarse a acciones mundiales contra el cambio climático. Y añade que cumplir con el Acuerdo de Paris podría salvar un millón de vidas al año sólo con mejorar la calidad del aire.