Al comienzo de la presentación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española en la comunidad autónoma de Extremadura. presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho una reflexión acerca de la libertad de expresión en España, días después de que comenzasen las manifestaciones violentas en Madrid y Cataluña, en contra de la detención de Pablo Hasel.
Sánchez ha señalado que "la democracia española tiene una tarea pendiente: mejorar y ampliar la protección de la libertad de expresión". El PSOE y sus socios en el Gobierno tienen previsto modificar esta ley para que, al menos, los delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias contra la corona y ofensa a los sentimientos religiosos no conlleven penas de prisión de hasta tres años. Tema que ha generado discrepancias internas, ya que los socialistas quieren rebajar las penas, mientras que la formación de Pablo Iglesias pretende eliminarlas.
Por otro lado, en clara referencia a los disturbios acontecidos los últimos días en Cataluña y Madrid que han tornado en acciones violentas destrozando mobiliario urbano y escaparates y con agresiones a la policía, el presidente del Gobierno ha roto finalmente su silencio, tan criticado por los partidos de la oposición, y ha comentado que "en una democracia plena resulta inadmisible el uso de la violencia".
Asimismo, Pedro Sánchez, ha asegurado que "el Gobierno de España hará frente a cualquier tipo de violencia y que no hay causa ni situación que justifique la violencia".
Por otro lado, Sánchez también ha querido matizar que "la democracia ampara la libertad de manifestación y la libertad de expresión, incluso la expresión de los pensamientos más infames y absurdos", pero ha recalcado que "la democracia nunca ampara la violencia".
