Se cumple un mes de uno de los peores desastres naturales ocurridos en España. El pasado 29 de octubre, España no podía imaginar que se enfrentaría a la gota fría más adversa del siglo, que dejaría imágenes desoladoras y causaría daños en muchos casos irreparables, tanto personales como materiales.
Amanecía un martes que iba a cambiar para siempre el panorama en 87 municipios de la provincia de Valencia y también en otros como Letur, en Castilla-La Mancha. En todos ellos, operarios y voluntarios siguen retirando hoy agua, enseres y vehículos destrozados, mientras que siguen las labores de búsqueda de personas desaparecidas a causa del temporal.
A partir del día de la catástrofe, se sucedieron las peores noticias, con el aumento de víctimas mortales y la confirmación de unos daños devastadores, aunque también con la solidaridad de tantos ciudadanos que no dudaron en desplazarse hasta la zona cero de la DANA para prestar su ayuda en pleno caos. Entretanto, una clase política con reproches y acusaciones constantes que continúan hoy y que se mezclan con la indignación por las labores que quedan por hacer en la zona cero.
Más de 220 víctimas y cuatro personas desaparecidas
Un mes después de la DANA, las autoridades han informado de 222 víctimas mortales. En su mayoría eran hombres (132), tenían más de 61 años (142) y fueron localizadas en sus casas o en garajes y sótanos. Entre las víctimas también ha habido siete niños menores de 10 años y 26 víctimas de once nacionalidades distintas a la española.
Además, cuatro personas siguen desaparecidas y los operarios continúan con las labores de búsqueda en la Albufera, marjales, la costa, el barranco del Poyo, Loriguilla, Sot de Chera y Montserrat, mientras que un trabajador de Tragsa murió al derrumbarse una estructura metálica mientras limpiaba un colegio de Massanassa.
Los impactantes datos un mes después de la DANA
El pasado lunes 4 de noviembre, la AEMET daba por finalizada la crisis meteorológica, aunque el recorrido para personas y zonas afectadas no hacía más que empezar. En los 87 municipios, se vieron afectados 845.371 ciudadanos, con 25.000 hectáreas anegadas y 37.000 personas rescatadas. Hasta 600.000 se quedaron sin agua potable, 150.000 usuarios sin suministro eléctrico y 220.000 líneas de telefonía fija y 300.000 móviles se vieron afectadas.
La riada dejó la cifra de 200 litros por metro cuadrado de media en 3.200 kilómetros cuadrados de la provincia de Valencia, con la estación de Turís marcando 771 litros por metro cuadrado en 24 horas. El caudal del barranco del Poyo llegó a alcanzar 2.200 metros cúbicos por segundo antes de desbordarse en varios municipios, siendo un caudal cinco veces superior al del Ebro.
Los trabajadores han retirado ya 250.000 toneladas de residuos, cifra que supera la recogida anual de toda la Comunidad Valenciana, mientras que 120.000 vehículos fueron dañados por el temporal, más del 98% en situación de siniestro total. La imagen de coches amontonados sigue vigente a día de hoy, como denuncian muchos ciudadanos, hasta que las autoridades los retiren a una cantera en Picassent.
El transporte también se vio afectado de manera notable: 348 kilómetros afectados de líneas de Cercanías y 149 de Alta Velocidad, además de los 160 kilómetros de carreteras estatales y autonómicas. Las empresas también sufrieron un gran impacto: hay 66.088 compañías potencialmente afectadas, siendo el sector servicios el más golpeado.
Todo ello, sin hablar de centros sanitarios y escolares afectados (115 colegios afectados, de los que 93 han retomado la actividad y quedan por hacerlo 22), así como las casi 61.000 viviendas perjudicadas con el paso de la DANA, entre locales, garajes, trasteros y también naves.
Ayudas públicas e impacto económico en la región
El Gobierno de España aprobó este jueves el tercer paquete de ayudas para afectados por la DANA, por lo que la cuantía total del Estado será de 16.600 millones de euros dentro del plan destinado a la provincia de Valencia.
Por otro lado, la Generalitat ha dado luz verde a ayudas urgentes por valor de 400 millones. Las solicitudes van aumentando de manera notable y ya se han recibido más de 300.000 peticiones de la ciudadanía.
La gestión de la DANA: acusaciones entre Gobierno y Generalitat
En un primer momento desde que ocurrió la tragedia, con la visita de Pedro Sánchez a la Comunidad Valenciana, se produjo el único mensaje conciliador de la clase política, cuando Mazón agradeció la presencia del presidente del Gobierno. A partir de entonces, se sucedieron las acusaciones por la gestión de la DANA.
Esta misma semana, Sánchez compareció en el Congreso de los Diputados para explicar la labor del Ejecutivo durante el temporal y no dudó en señalar a Carlos Mazón. "Los avisos se emitieron, la información llegó a todas las instituciones competentes, cosa distinta es qué se hizo con esa información", dijo Sánchez, que señaló que el sistema "no falló", sino que hubo "personas en posiciones elevadas que no estuvieron a la altura, que se han desentendido".
En el otro lado, un Mazón que también ha cargado contra el Gobierno central, especialmente contra instituciones como AEMET o la Confederación Hidrográfica del Júcar, asegurando que no se actuó con la suficiente contundencia porque "no se disponía de la información" sobre el desastre natural. "Ha pasado de la vergüenza de 'si quieren ayuda que la pidan' a la inmoralidad de 'si quieren ayuda que la paguen' y además los valencianos la devolverán con intereses", afirmó el president valenciano.
La comida de Mazón con Vilaplana y los incidentes en la visita de los reyes
Además de la gestión, el presidente valenciano también fue señalado por su ausencia en el CECOPI hasta pasadas las 19:00 horas. Más tarde, se conoció que había acudido al restaurante El Ventorro a comer con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la dirección del canal autonómico A Punt. La comida y la tardía llegada de las alertas a los teléfonos móviles de la población, más allá de las 20:00 horas, se han convertido en los principales puntos de críticas hacia Mazón.
El malestar ciudadano también quedó plasmado en la primera visita de los reyes a Paiporta junto al propio Mazón y a Sánchez, dejando una imagen sin precedentes en una visita institucional de este tipo. Los presentes recibieron a la comitiva con gritos de 'fuera' y lanzamiento de barro, obligando a huir del lugar a Sánchez mientras que los monarcas y Mazón se quedaron y lograron aplacar los ánimos de los vecinos.