Analizamos el esperadísimo ‘Kick-Ass 2’, que edita Panini Comics

Bienvenidos a la casquería

'Kick-Ass' se ha convertido en una de las historias de éxito más sonadas del mundillo. Su autor vendió a Hollywood el guión antes incluso de que comenzara a editarse la serie en papel. Algo que resultaría sorprendente si no fuera porque la idea era de Mark Millar, uno de los guionistas más aclamados y gamberros que ha dado Escocia. Pero también porque es una historia que fantasea sobre algo que, de una u otra manera casi todos nos hemos planteado alguna vez: ¿qué pasaría si un día un tipo normal -tú mismo, yo o el camarero del bar de la esquina- decide ponerse unas mallas y salir a repartir justicia a base de bien? Una historia que su autor trata de anclar en la realidad y que, como la vida misma, es cruel y dura. Y si la primera entrega ya se caracterizó por ser toda una oda a la "carne cruda", esperad a ver la segunda, porque viene con más sangre todavía. Analizamos 'Kick-Ass 2'. Bienvenidos a la casquería.

ondacero.es

Madrid | 03.12.2012 18:44

Kick-Ass 2. Portada
Portada de 'Kick-Ass 2', que edita Panini. | Héroes y Villanos

En su momento ya dijimos que, pese a intentos posteriores, la sombra de 'Kick-Ass' es muy alargada. No en vano y para empezar, la historia ha salido de la ingeniosa -a la par que enferma y controvertida- mente de Mark Millar, un tipo escocés que ha sido capaz de reinventar las historias de superhéroes dotándoles de un mayor realismo y polémica. Buena parte de estos ingredientes los encontramos en Kick-Ass, una historia de superhéroes de andar por casa, con los que se mucha gente se puede identificar, en la que las redes sociales juegan un papel fundamental y que si se caracteriza por algo es porque tiene mucha, mucha violencia. Que para eso es marca de la casa en la factoría Millar.

Y digo factoría porque eso es en lo que se ha convertido este hombre en la actualidad. No en vano es uno de los guionistas más destacados del momento, responsable de algunas de las series más exitosas de los últimos años como por ejemplo The Authority, Wanted, Superior, Ultimate X-Men... Títulos todos ellos que han supuesto auténticos pelotazos en el mundillo, por mezclar grandes dosis de sexo, violencia y política con temas sociales y mucho, mucho humor negro. Otra cosa que tiene este muchacho es que entre sus mayores referentes está el gran Allan Moore. De hecho decidió que se quería dedicar a esto de escribir cómics después de conocerle en una sesión de firmas.

Eso fue a mediados de los ochenta. A finales ya estaba escribiendo para Trident Comics, una editorial que quebró a principios de los noventa, época en la que Mark Millar ya trabajaba para 2000 AD. Su estilo llamó la atención de DC Cómics, para quien comenzó a escribir a mediados de la década aunque no sería hasta el año 2000 cuando le llegó el reconocimiento, al suceder a Warren Ellis como guionista de la serie The Authority. Millar aprovechó la oportunidad y desplegó todos sus recursos de humor negro y violencia, lo que le empezó a provocar problemas con la editorial -sobre todo tras los atentados del 11S- debido a las muertes masivas y la violencia gratuita, que molestaban a la hipersensible DC. A partir de ese momento Millar fue emprendiendo el camino de salida de la editorial, pero antes aún tuvo tiempo de publicar alguna pequeña joya, como Superman: Red Son. Trabajando ya para Marvel consiguió que Ultimate X-Men y The Ultimates fueran dos de las series mejor vendidas por la editorial en los últimos años… Y después de trabajar con John Romita Jr. en otros títulos deciden sacar Kick-Ass, que si estás leyendo esto es porque imagino que ya la habrás leído… En fin, después de este resumen rápido de su meteórica carrera, vamos a lo que nos ocupa.

El único problema que tiene Kick-Ass 2 es que inevitablemente va a ser comparado siempre con el primer número, que no hay que olvidar que fue uno de los pelotazos editoriales más gordos de los últimos tiempos. Las aventuras del joven nerd que decide enfundarse unas mallas para repartir justicia, y aunque acaba recibiendo hasta en el carnet de conducir él también da lo suyo… Y bueno, podemos decir que esta secuela mantiene la dignidad, aunque haya cosas que chirríen un poco… No se trata de destripar el cómic a nadie, así que tranquilos que lo que viene a continuación no avanza nada importante… El cómic arranca en el punto en el que se quedó el primero. Hit Girl –Mindy en su identidad “secreta”- vive con su familia de acogida que trata por todos los medios de mantenerle alejada del mundo de sangre y latex en el que se había criado. Entre tanto Kick-Ass disfruta de la fama de ser el precursor a la hora de enfundarse unas mallas, y sigue repartiendo justicia esta vez acompañado de otros muchos que deciden seguir sus pasos… Eso sí, chirría un poco que de ser el pardillo que era en el primer volumen ahora sea capaz de enfrentarse a varios “tipos chungos” a la vez, pero se lo vamos a perdonar…

Todo va tan rodado que el bueno de David Lizewski llega a cumplir incluso uno de sus sueños de pardillo friki pre Kick-Ass: crear su propio súper grupo. Justicia Eterna –que así es como se llama y que es un nombre chungo donde los haya- comienza a patrullar las noches neoyorquinas convirtiéndose en los más molones del momento. Todo es paz, amor y hostias en grupo hasta que Red-Mist vuelve de su viaje por el mundo convertido en un auténtico HijoPuta. Y no es que lo diga yo, es que es el nombre con el que ha decidido rebautizarse, y que así entre nosotros, deja bastante que desear. En cualquier caso el tipo hace honor a su nombre y empieza a hacer todas las burradas del mundo mundial que se os puedan imaginar. Mucha sangre y pocos miramientos por parte de un tipo que al final del cómic se nos presenta con una imagen bastante distinta y nada coherente con lo que vemos antes… Nombres chungos, alguna incoherencia, pero se lo vamos a perdonar…

En cualquier caso el guión, sin ser ninguna obra maestra, está bien. Sobre todo la trama que tiene que ver con Jimmy Lizewski, el padre de Kick-Ass. Desde aquí nos declaramos también muy fanes de Madre Rusia, ex-guardaespaldas del primer ministro ruso que aparece de la mano de Red Mist –perdón, del HijoPuta- para poner a prueba a nuestra querida Hit Girl. Una tipa que, eso si, es una especie de Rambo comunista capaz de deshacerse de una unidad entera de la policía de Nueva York sin apenas despeinarse, y que está dispuesta a hacer cualquier cosa a cambio de los cincuenta mil dólares –más gastos- que recibe del tipo para el que trabaja.

En cuanto a los dibujos, John Romita Jr. cumple la papeleta aunque hay viñetas que –al menos bajo mi punto de vista- patinan un poco. Pero bueno, demuestra que lo de dibujar vísceras y peleas corales no se le da nada mal. En ocasiones se le va de la mano el tema “proporciones”, pero se lo vamos a perdonar…

En definitiva y más allá de las “cuatro cositas” que nos han chirriado un poco, estamos ante una historia que continúa de manera digna lo iniciado en 2008 por este tándem Millar-Romita, que hará pasar un buen rato a todos aquellos que disfrutan de la casquería en cantidades industriales. Y que sin duda alguna ayudará a incrementar la ya de por sí elevada cuenta corriente del señor Millar. Para los que prefieran esperar a la película, que sepan que hasta el año 2014 ná de ná. Habrá que ver si en la pantalla se ven las salvajadas que aparecen en este segundo volumen, o si se suavizará el punto gore al igual que ocurrió en la primera. En cualquier caso y películas al margen, si leíste el primero no debes dejar la oportunidad de leer esta secuela. Y si no lo leíste, ¿a qué esperas para entrar en la casquería?

Edición original: Kick-Ass 2

Publica: Panini Cómics

Guión: Mark Millar

Dibujo: John Romita Jr.

Formato: Libro en tapa dura, 200 págs. Color.

Precio: 19.95 €