El caso 'Savile'
Jimmy Savile fue uno de los presentadores más afamados de la BBC durante los años 70 y 80 por programas como “Jimmy'll Fix it” en el que el presentador recibía los deseos, sobre todo de los niños, y los hacía posibles. Falleció en octubre del año pasado.
El pasado 3 de octubre, la cadena privada ITV publica un documental que implica a Savile como responsable de decenas (en un principio “sólo” decenas) de casos de abusos sexuales, varios de ellos a menores. La emisión tiene gran repercusión en los días siguientes en la prensa y empiezan a surgir más testimonios. La BBC anuncia entonces que ya inicio una investigación el año pasado, pero la suspendió en diciembre.
El 19 de octubre, Scotland Yard abre oficialmente una ingestigación a través de testimonios de supuestas víctimas, testigos, conocidos... Inicialmente se cifra en 200 las posibles víctimas. A falta de pruebas físicas, documentales o biológicas, lo que la policía tiene es lo mismo que los medios, así que las investigaciones avanzan de forma muy pareja.
El 26 de octubre, la policía confirma que serían en torno a 300 las víctimas de esos abusos continuados y repetidos por parte del presentador. Por lo general adolescentes, chicas, aunque se tiene constancia de, al menos, dos chicos. Muchos de ellos, menores de edad.
La BBC bajo sospecha
En el momento en que la ITV publica el documental y la BBC dice que ya hizo una investigación pero que no llegaron a nada en concreto la gente se pregunta ¿Y por qué la BBC no lo contó antes? Hasta tal punto se confía aquí en el rigor informativo de la cadena pública. Así que no tardan en surgir las sospechas de encubrimiento.
Entonces Peter Rippon, editor del informativo nocturno 'Newsnight', escribe en su blog que desestimó el reportaje porque carecía de pruebas y por “motivos editoriales”. Una declaración muy desafortunada dentro del ecosistema de trabajo de la BBC, donde la información rigurosa está en la cúspide de la pirámide editorial. Tan desafortunada, que fue temporalmente apartado de la edición del informativo.
La dirección de noticias publicó una rectificación y anunció un reportaje especial sobre el caso en 'Panorama', el programa estrella de reportajes, el lunes 22 de octubre. El título ya era toda una declaración de intenciones, de transparencia: “Jimmy Savile, lo que la BBC sabe”. Arranca con la entrevista que una reportera de Newsnight le hizo, en noviembre del año pasado (es decir, había sido desechada) a Karin Ward, víctima de abusos por parte de Savile cuando tenía 14 años. En ella, asegura que "él quería que lo hiciéramos, me pidió sexo oral, y me prometió que si se lo hacía, mis amigas y yo tendríamos un sitio en la BBC más allá de aquel 'show' (voz en off: "esta entrevista no ha sido emitida nunca antes en la BBC) ... Tenía 14 años! Por supuesto que quería entrar en la televisión! No quería sexo oral, me repugnaba... pero lo hice".
Eso nada más empezar y en la primera declaración del programa. La voz en off decía que esta declaración nunca había sido emitida y esto es lo genial de esta emisión. Ver cómo la BBC critica el procedimiento de su propio informativo estrella, ver cómo lava sus trapos sucios en público y, de paso, aporta más información sobre Savile, más testigos que no se sorprenden de que aquello ocurriera, o más víctimas, en todo un ejercicio de transparencia y periodismo.
En esa defensa del periodismo hay una declaración significativa en el reportaje. Son las declaraciones del productor de Newsnight, Mairion Jones, contestando a la reportera:
- Reportera: "¿Es posible que malinterpretara lo que su editor quería?"
- Productor: "Es posible... pero una historia de pedofilia que señala a Jimmy Savile, con una víctima en cámara, con la colaboración de testigos, víctimas... con la confirmación de que por primera vez Savile está siendo investigado por la policía por pedofilia... creo que tienes una gran historia, ningún periodista tendría dudas".
El ejercicio de transparencia de la BBC fue muy bien recogido por los críticos y medios en los días siguientes, obtuvo muy buena audiencia y llegó acompañado de una actuación institucional a la altura de las circunstancias. El martes 23, el Director General de la BBC, George Entwistle, comparecía ante los diputados del Comité de Cultura, Medios y Deportes para explicar que de ningún modo se ha tratado de encubrir nada, que si han tardado en reaccionar ha sido para ajustarse a sus criterios periodísticos, y para anunciar una tercera investigación, externa, destinada a esclarecer los abusos que se hubieran producido dentro del entorno de trabajo. Investigación que giraba en torno a 8 o 10 empleados de la BBC, aunque se desconocía si seguían o no en la nómina de la cadena pública.
La primera pero no la última crisis de Entwistle
Hay un documento interesante, cuya lectura recomiendo. “Directrices editoriales. Valores y criterios de la BBC”. Os dejo aquí elenlace al documento, traducido por la Asociación de la Prensa deMadrid. En la página 186, encabezando el apartado “Responsabilidad”, se puede leer lo que sigue:
“La BBC es responsable ante su audiencia. Su permanente confianza en la BBC es parte fundamental de nuestra relación. Actuaremos de buena fe, tratándoles de forma honesta y trasparente. Seremos sinceros al admitir nuestros errores y fomentaremos el hábito de aprender de ellos”.
Es una declaración, dirigida a la audiencia, interesante para comprender lo que sigue.
De nuevo en Newsnight, esta vez el pasado viernes 2 de noviembre, un reportaje señalaba erróneamente la posible implicación de un ex diputado conservador en una trama de abusos sexuales que tuvo lugar en Gales del Norte en los años 70 y 80.
De nuevo la presión social del “cómo es posible que en la BBC ocurra ésto” cae sobre la directiva y fuerza a Entwistle a intervenir con un comunicado oficial. Ocurrió el pasado sábado 10 de noviembre. Y sería el último al frente de la dirección general de la cadena y en compañía del presidente de la corporación, Lord Patten.
“A la luz del hecho de que el director general es también el editor en jefe y máximo responsable de todo el contenido, y a la luz de los inaceptables criterios periodísticos en la emisión del reportaje en Newsnight el pasado viernes 2 de noviembre, he decidido que lo más honorable que podía hacer es dimitir del cargo de director general”.
Sólo llevaba en el cargo desde septiembre pero dos crisis de confianza y credibilidad seguidas le han obligado a dimitir. Aseguraba que “haber sido el director general de la BBC, incluso por un corto período y en unas circunstancias tan difíciles, ha sido un gran honor” y añadía, en defensa de los profesionales de la comunicación que “no debemos olvidar el hecho de que la BBC está llena de gente con grandes talentos y una gran integridad”.
El presidente, también cuestionado
Al día siguiente, en la mañana del domingo 11 de noviembre, el presidente de la BBC, Chris Patten, también comparecía públicamente en una entrevista en su propia cadena. En ella explicaba que “somos una organización de noticias y nuestra credibilidad depende de decir la verdad sobre nosotros y sobre el resto sin importar lo horrible que sea”.
Preguntado por si debería dimitir él también (una pregunta de un periodista de la propia BBC, ojo con eso) respondía que no. “El presidente tiene algunas responsabilidades ejecutivas sobre el contenido editorial de la BBC, y en ello estoy... pero no pretendo esconderme tras lo que se supone que es mi trabajo. Creo que ahora tenemos que asegurarnos de que, en el interés del contribuyente que paga el canon y la audiencia de la BBC (…) tenemos que asegurarnos de que aprendemos la lección y recuperamos la confianza en la BBC”.
Responsabilidad, rigor informativo y el contribuyente por encima de todo. Por eso decía que resulta interesante ese párrafo del documento anterior para entender lo que está ocurriendo. “Los contribuyentes -añade Patten-, la base del lugar que ocupa la BBC en este país es la confianza que la gente tiene en ella. Si la BBC la pierde, se acabó. Del mismo modo que ocurrió con los periódicos de Murdoch. Pero creo que la mayoría del público no quiere que eso ocurra, sino que quieren que recuperemos la confianza en la calidad de la BBC”.
Preguntado por si era necesaria una revisión interna, Patten confirma que “la BBC necesita una minuciosa revisión estructural”.
Fruto o no de esa revisión, este lunes han caído otros dos pesos pesados de la dirección de noticias: Helen Boaden y Stephen Mitchell. Al tiempo, un nuevo directivo (hasta ahora lo era de la división de Audio y Música) ha ocupado de forma interina la Dirección General de la cadena. Se trata de Tim Davie, que proviene del mundo del marketing (Pepsi Co.) y cuyo perfil está disponible en la web de laBBC desde el momento mismo de la dimisión del saliente Entwistle (salario que percibirá incluido), en otro gran ejercicio de transparencia.
Celeridad parlamentaria
Es lunes, 12 de noviembre, y, si el escándalo estallaba este mismo fin de semana, no ha tardado más que unas horas en llegar al debate parlamentario. Si bien no es un asunto político, la BBC sí que es una de las instituciones públicas más importantes y consolidadas del Reino, así que el asunto lo merece. Lord Patten, reconocido conservador, es criticado por diputados con la misma afiliación política y misma simpatía ideológica. Algunos, incluso, piden su dimisión. La oposición laborista pide al Gobierno que proteja a la BBC de los ataques de sus enemigos y muchos de los diputados hacen hincapié en el hecho de que Entwistle vaya a percibir el salario del año completo en el cargo de Director General de la BBC cuando apenas estuvo dos meses en el cargo. Sobre este punto también se ha manifestado el gabinete del Primer Ministro, David Cameron. Desde Downing Street lo ven algo “difícilmente justificable”.
Recomiendo, para terminar, este enlace de la BBC con todo lo ocurrido en orden cronológico.