Entrevista Más de uno Gipuzkoa

Qué te espera al entrar en el Parque de Cristina Enea...

Uno de los mayores encantos del parque de Cristina Enea es la biodiversidad que presenta, sobre todo después de que en el año 2007 plantaran nuevas especies traídas desde Bélgica y Alemania. La secuoya roja es una de las protagonistas fundamentales, originaria de Estados Unidos. Es el ser vivo más alto que se conoce, pudiendo superar los 100 metros. El cedro del Líbano, todo un símbolo nacional en su país de origen, también tiene aquí su presencia y podrás refugiarte bajo su sombra si hace calor. También es hogar del ginkgo biloba, un árbol altamente longevo y que se venera en Oriente, además de ser famoso por sus propiedades terapéuticas. Otras especies que observarás en tu visita son los plátanos de sombra, las palmeras chinas, los castaños de Indias, los cerezos, los robles o las encinas. La lista es interminable y el parque recomienda diferentes caminos según tus intereses.

Onda Cero San Sebastián

San Sebastián | 17.02.2022 13:04

Existen varias pasarelas peatonales en el parque de Cristina Enea para salvar el desnivel que existe con el río Urumea. El más famoso de todos los accesos lleva el nombre de Gladys del Estal, en memoria de la ecologista muerta en una manifestación antinuclear en Tudela, en 1979. Otro de los homenajes que encontramos a esta mujer en el parque es una escultura firmada por el artista Xabier Laka, en el punto más alto del recinto y uno de los enclaves más concurridos. y la Fauna del parque. En tu trayecto tienes que acercarte a saludar a algunos de los más curiosos habitantes del parque de Cristina Enea. Los más llamativos puede que sean los pavos reales, los cuales encontrarás junto al estanque. La primera pareja llegó desde Barcelona en 1977 y desde entonces han hecho de este su nuevo hogar. El paso del río Urumea propicia el tránsito de pequeñas aves y mamíferos, por lo que es habitual observar especies como el martín pescador, la gaviota o el ánade silbón, que se acercan hasta el estanque para disfrutar de la calma del lugar.