Guirao ha explicado a Onda Cero que durante la última quincena de diciembre “se produjo una propulsión tal del índice reproductivo del virus que se ha situado en 1.7, muy cerca de 2. Este parámetro, sin restricciones de ningún tipo, de forma natural, estaba situado entre 2 y 3. Es decir que el virus ha circulado en Navidad como en febrero y marzo que comenzó la epidemia, casi como si no hubiéramos usado la mascarilla. Y eso ha sido una irresponsabilidad de la sociedad".
El profesor Guirao opina que no deberían haberse relajado las restricciones durante la Navidad porque a mediados de diciembre la tasa de incidencia seguía siendo muy alta. La tasa de incidencia a mediados del mes de diciembre era de 170-180 cuando el nivel extremo está situado en 250 y la Unión Europea lo fija en 50. Sin embargo, el gobierno regional justifica que se relajaran las medidas en Navidad "porque la tasa de incidencia en la región era la más baja de España y la sociedad no habría entendido medidas más duras" dijo el portavoz del Comité Covid, Jaime Pérez.
“Es verdad que a primeros de noviembre partíamos de tasas de incidencia acumulada por encima de 800. Las medidas funcionaron y bajamos rápidamente a una tasa de incidencia acumulada entorno a 160-180 a finales de noviembre y ahí dejamos de bajar y ya empezamos a observar un cambio de tendencia que indicaba que se empezaba a producir otro rebrote. Debemos tener en cuenta que el riesgo extremo está situado en 250. Lo ideal habría sido bajar de 100 e incluso de 50 como marca la Unión Europea” explica Guirao.
Según el profesor de física, “a mediados de diciembre la tasa de incidencia no era baja, seguía siendo muy alta. Con 200 casos diarios de media, a poco que fallen las medidas, el rebrote exponencial comienza de nuevo como ha ocurrido” dice.
“Partíamos de un rebrote que arrancaba de antes de la Navidad y el efecto navideño ha sido como echar gasolina a un fuego ya empezado. El rebrote navideño estaba cantado".
Sobre qué va a suceder en las próximas semanas, Antono Guirao confía en que alcancemos el pico más alto de casos el próximo fin de semana y que a partir de ahí empiecen a decrecer los contagios "pero como hemos alcanzado una tasa de incidencia tan alta, puede que pasemos de 2000 casos, también va a costar más bajar la montaña. Aunque funcionen bien las medidas, el decrecimiento de los contagios será lento y vamos a tardar bastantes semanas en bajar a tasas de incidencia razonables”.
Guirao resalta que “la inercia es tan grande nos va a costar mucho más recuperarnos y como los picos de hospitalizaciones llegan dos semanas después de los contagios, el pico de presión hospitalaria está por llegar. Estamos al borde del precipicio. No me atrevo a hacer una predicción. Esperemos que funcionen las medidas o habrá que ir a un plan B”.
En China acaban de confinar a 11 millones de personas por 400 contagios, y en España estamos teniendo 25.000 contagios diarios.
