Federacion de Salud Mental de la Región

Pilar Salorio: "Es muy fácil entrar en un trastorno de la conducta alimentaria y muy difícil salir”.

El aumento de los trastornos de la conducta alimentaria tras la pandemia ha desbordado la unidad de TCA del hospital Reina Sofía con seis camas de ingreso y desbordado también los tratamientos ambulatorios. Hay chicas que llegan a perder hasta 30 kilos y que deben ser ingresadas para no morir. Es un tipo de problema de salud mental relacionado directamente con la pubertad y la adolescencia, edad en la que se producen los cambios corporales.

Rosa Roda

Murcia | 20.06.2023 12:12

Desde la Federación de Salud Mental de la Región advierten de que “es muy fácil entrar en un trastorno de la conducta alimentaria y muy difícil salir”.
Desde la Federación de Salud Mental de la Región advierten de que “es muy fácil entrar en un trastorno de la conducta alimentaria y muy difícil salir”. | Onda Cero

El aumento de los trastornos de la conducta alimentaria tras la pandemia ha desbordado la unidad de TCA del hospital Reina Sofía con seis camas de ingreso y desbordado también los tratamientos ambulatorios.

Una realidad que, como todos los problemas de salud mental, ha evolucionado muy negativamente tras la pandemia. Así lo explica Pilar Salorio, psicóloga clínica del Hospital Reina Sofía de Murcia y coordinadora técnica de AFECTAMUR, la Asociación contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Región de Murcia.

“Durante el confinamiento y los años posteriores aumentaron las pacientes y familiares que presentaban este tipo de trastorno o incluso habían empeorado. Después del confinamiento si que hemos observado un empeoramiento muy importante en las pacientes, con pérdidas de peso de incluso 30 kg, lo que ha llevado a que la Unidad de TCA del Reina Sofía se haya visto desbordada, al igual que los tratamientos ambulatorios”, argumenta Salorio.

Un tipo de problema de salud mental relacionado directamente con la pubertad y la adolescencia, edad en la que se producen los cambios corporales. La clave está, señala, en que si estos cambios no se perciben y aceptan bien por una baja autoestima, pueden

desarrollarse estos trastornos. Edades en las que hay que estar atento a las señales de alarma que parten de un cambio de conducta.

Desde la Federación de Salud Mental de la Región advierten de que “es muy fácil entrar en un trastorno de la conducta alimentaria y muy difícil salir”.

Hay chicas que llegan a perder hasta 30 kilos y que deben ser ingresadas para no morir. Es un tipo de problema de salud mental relacionado directamente con la pubertad y la adolescencia, edad en la que se producen los cambios corporales. La detección temprana es clave para lograr la recuperación.

En el caso de la anorexia nerviosa, las señales de alarma son: restricción alimentaria con un adelgazamiento sin ningún motivo físico que lo justifique, retraimiento social, no querer ir con los amigos o salir con la familia a comer, en determinados casos, autolesiones, comentarios negativos acerca de sí misma, conductas de mirarse al espejo continuamente o rituales de comprobación corporal como, por ejemplo, pesarse.

En el caso de la bulimia nerviosa, las señales de alarma son más difíciles de detectar, pues es una enfermedad que se vive de forma oculta pero algunas señales de alarma podrían ser: cambios a nivel emocional, irritabilidad, inestabilidad emocional o a nivel alimentario, que desaparezca la comida muy rápido de casa, restos de vómitos en los aseos o necesidad de ir al aseo después de las comidas.