"Hola Victorio,
Es curioso: en el mundo del fútbol hay muchos canteranos y jóvenes que debutan en el primer equipo sin ser realmente conscientes de que esa oportunidad puede ser la última. No juegan como si les fuera la vida en ello. No saben que en menos tiempo que los veteranos, ellos tienen que demostrar el doble que los veteranos. Y cuando se suelen dar cuenta del valor de esa oportunidad, el tren ya ha pasado de largo.
Por eso da especial alegría encontrar a un chico como Álex Rubio que desde que viste la camiseta del Murcia sabe lo que se juega en cada minuto de cada amistoso. Nadie le daba opciones de quedarse en el primer equipo cuando llegó del Muleño, pero él se ha aferrado con tantas ganas a este sueño, que va a costar soltarle de ahí.
No fue sólo ese en el gol de la victoria en el descuento, no fue sólo ese desmarque de delantero intuitivo que le lanza a Pedro León. Fue la actitud, las ganas, el hambre, la intensidad. Todo eso también marca la diferencia, y más en un partido tan plano como el de ayer.
El Murcia ofreció dudas en su estreno: blando en defensa y espeso en ataque, pero mejor dudar desde la victoria. Además, lo raro con una plantilla casi totalmente nueva habría sido ofrecer certezas. Algunas virtudes sí intuimos: tenemos pegada, ya teníamos el guante de Pedro León por derecha y ahora sumamos el de Marc Baró por izquierda, y tenemos la sospecha de que Carlos Rojas puede ser muy bueno.
Fue un regreso feliz a Los Cármenes, 23 años después de una de las tardes más felices. Álex Rubio ni siquiera había nacido aún en ese año 2000, pero ayer empezó a tejer lo que soñamos que sea otro ascenso para la historia. Como vino del Muleño, algunos no se esforzaron ni en aprenderse su nombre, porque supusieron que jugaría en el filial, o que haría las maletas enseguida para irse cedido. Pero él quiere que nos aprendamos su nombre. Quiere ser futbolista, y quiere serlo en el Murcia.
Buenas tardes".
