Que dos grupos de aficionados se dividan en una ciudad no es nada nuevo en el mundo del fútbol. Eso precisamente es lo que ocurre en Logroño.
"El problema apareció hace once años cuando desaparece el C.D. Logroñés. Se forma una disyuntiva entre los que quisieron crear un equipo de fútbol desde cero, empezando en el fútbol regional, y los que quisieron seguir a un empresario que compró la plaza del Varea, un equipo de Logroño recién ascendido a Segunda División B", así lo explica el compañero de Onda Cero Logroño, Julio Carpintero.
Desde momento, la ciudad está dividida entre dos equipos: el que empezó desde cero y el que lo hizo en Segunda B. El mayoritario socialmente, la Unión Deportiva, ha crecido mucho desde su paso por LaLiga SmartBank, donde generó un gran número de aficionados.
"Ahora se vuelven a encontrar y hay un pique evidente: a veces sano y otras no tanto", se lamenta el periodista riojano.
La SD Logroñés, próximo rival del Real Murcia, llega con una clara filosofía en el césped de querer dominar el partido, tener ocasiones y la posesión para mandar ante el club grana, apunta Carpintero en Onda Deportiva.
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