Tras dedicar sendos especiales al astro rey y a nuestro único satélite natural, era cuestión de tiempo detenernos a contemplar las sizigias. Esos bellos cruzamientos de Sol y Luna / Luna y Sol, ópticamente alineados a la Tierra.
Unos fenómenos astronómicos que hacen las delicias de cualquier instagramer y provocan placer a los fotógrafos del cielo. Si el resultado observado es total, anular, híbrido o parcial, depende del tamaño aparente, como tantas cosas en la vida.
Antes de que el alemán Johannes Kepler proporcionara una explicación científica de los eclipses a principios del siglo XVII, en la mitología, los eclipses se entendían como una variación u otra de una batalla espiritual entre el dios Sol invictus y las fuerzas malignas o espíritus de la oscuridad.
Sobre el cierra de su trilogía sobre la incomunicabilidad, el italiano Antonioni comentó «Estaba en Florencia para rodar un eclipse de sol. El silencio, diferente de todos los demás silencios, la luz terrestre y luego la oscuridad, la inmovilidad total. Durante el eclipse se detienen incluso los sentimientos, pensé. De algún modo, de esta sensación nació L'Eclisse».
¿Sabíais que en griego ἔκλειψις –«ékleipsis»–, quiere decir 'desaparición’? Llevado al sentir humano significa ensombrecimiento o deslucimiento de su importancia y ausencia o desaparición. Escuchemos algunos ejemplos de este fenómeno.
Texto: Miguel Tébar, periodista musical
