No Mires Hacia Atrás

Vol: 311 "Tenis"

La victoria del tenista murciano Carlos Alcaraz como campeón del mundo ha inspirado a Miguel Tébar y Tatiana Tereshkova para hacer un especial “Tenis”. ¿Quién dará mejor a la bola?

Julián Vigara

Murcia | 22.09.2022 14:39

Diseño imagen: Julián Vigara

Continuamos el inicio de nuestra X temporada de NMHA atendiendo a noticias de actualidad.

El tenista murciano Carlos Alcaraz Garfia (5 de mayo de 2003) desde hace diez días está situado en la primera posición del ranking ATP y es el vigente campeón del Abierto de Estados Unidos. Con este triunfo, a sus 19 años, se ha convertido en el No 1 más joven de la historia. Gracias a este logro deportivo, medio planeta quizás haya geolocalizado El Palmar -aunque se dice que el milénico deportista actualmente reside en Villena, donde le entrena el extenista Juan Carlos Ferrero-. Pero lo que debería seguir pareciendo, y mal, es que nuestros gestores de infraestructuras aún no hayan conectado por tranvía la pedanía con nuestro mayor complejo hospitalario (La Arrixaca). Sin duda eso sería una victoria para todos vecinos del municipio.

Sin haberme leído los escritos secretos de Freud -descubiertos por Theodor Saretsky- donde, cómo no, el neurólogo austriaco relaciona El Tenis y La Sexualidad, comenzando con la «tesis según la cual el sexo es bueno pero el tenis dura más». Podría coincidir en que el juego con raqueta estimula bastante. Llegando a afirmar que entre todas las prendas deportivas quizás sea su indumentaria donde aprecie algo seductor. Prefiero el cara a cara entre dos jugadores (individuales) a las dos parejas (dobles) -aunque el mixto tenga cierta gracia-. Tras un buen peloteo -no en la acepción de hacer la pelota sino de tirar pelota arriba y abajo-, comienzan alternándose al saque -me encanta el ganador ace y me enerva la repetición tras tocar red (let)-; pegándole de drive (por el mismo lado del brazo hábil) o del revés (lado opuesto al forehand); intentando sorprender al contrincante con volea, globo, dejada y contradejada; y persiguiendo un definitorio smash (remate).

Por tocar otras pelotas, diré que nunca he practicado pádel, que me hipnotiza la pluma del bádminton, que me sigue divirtiendo sudar con las palas en la playa y que, con la hegemonía asiática sobre la mesa, reivindico el fascinante ping-pong. En pareja, con amigos o familia y en parques o jardines públicos, siempre menos elitista.

Texto: Miguel Tébar, periodista musical