Dudo de que a estas alturas haya una persona en el mundo que no se haya enterado de que la semana pasada murió la reina Isabel II del Reino Unido. La reina, a secas, para gran parte de la humanidad.
Estos días hemos escuchado todo tipo de loas, hemos visto documentales y hemos leído infinidad de artículos en los que se enfatiza una y otra vez la sorprendente duración de su reinado, la cantidad de primeros ministros que vio pasar, las crisis que superó, su sentido del deber, sus conflictos con la familia o su legado histórico como testigo privilegiado de la historia.
En el programa de hoy le rendiremos tributo sencillamente como una de las figuras más relevantes de la cultura pop, pero antes quiero hacer tres sencillas observaciones:
-1. De los 195 países que hay en el mundo, sólo 22 no han sido invadidos nunca por el Reino Unido.
-2. La aportación directa de cada ciudadano a la monarquía británica es de 1,36 euros al año. A cada español nos cuesta 17 céntimos al año mantener la nuestra.
-3. El país con mayor índice de democracia, Noruega, es una monarquía parlamentaria. Gran parte de los países menos democráticos del mundo son repúblicas, ergo, el régimen político no es determinante para medir el grado de libertad y bienestar.
El ser humano necesita de la fantasía, la liturgia y la tradición. Nuestra reina no es Isabel II, es Leonor de Borbón.
Texto: Tatiana Tereshkova
