NO MIRES HACIA ATRÁS

Vol. 309 "Barcos"

En la historia, las personas han utilizado las barcas desde hace miles de años. Se tienen registro de hace más de 10 000 años en que los seres humanos utilizaban un tronco debidamente tallado como medio de transporte en el agua. A los Barcos va dedicado el vol. 309 de No Mires Hacia Atrás con Tatiana Tereshkova y Miguel Tébar.

Onda Cero Murcia

Murcia | 30.06.2022 14:27

Llegado el verano reabrimos nuestra maleta de El Viaje(ro) y en esta ocasión nos embarcamos en uno de los inventos más antiguos, fascinantes y generadores de aventura.

Esos cuerpos flotantes que navegan a través de mares, ríos, lagunas o canales, son usados básicamente como medio de transporte, para la pesca, la conquista (y la guerra), o simplemente para la recreación. Capaces de portar a bordo carga y/o personas -a veces, lamentablemente, de menor valor estas que las mercancías-. Su propulsión puede ser humana, eólica o mecánica. Y sus rutas transoceánicas, a través de estrechos, por el litoral, atravesando encantadoras ciudades, atracando de puerto en puerto o, simplemente, fondeando de cala en cala.

Entre la tripulación es bien conocida la máxima «Donde hay patrón, no manda marinero». Así como su mayor temor, abordaje a parte, seguramente sea el naufragio -tal como vimos en nuestro especial Titanic-. Al parecer, así como hay una lista de honor de capitanes que se hundieron con su barco, hay un salón de la infamia con quienes lo abandonaron antes del último pasajero. Tenemos por ejemplo al vapor italiano Sirio, que se hundió frente a las costas del Cabo de Palos en 1906, durante un viaje entre Génova y Buenos Aires, y que se cobró la vida de al menos 200 emigrantes -sin contar los polizones-. Según The New York Times Giuseppe Piccone abandonó el barco en la primera oportunidad, muriendo al año siguiente porque «se le rompió el corazón». Especialmente reconocida fue la labor de Vicente Buigues, patrón del barco Joven Miguel, que salvó a unas 400 almas. Los restos del buque descansan como pecio repartidos a poca profundidad (la popa ≈40 m y la proa ≈70m), propiciando paradójicamente nueva vida marina. Desde la declaración de la Reserva Marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas su buceo está restringido.

Las canciones que hablan de los barcos es parangonable al inspirador mar, como también pudimos escuchar en NMHA hace siete años. Recordando a este punto que regresaremos el curso que viene con la décima temporada.

Texto e idea: Miguel Tébar Almansa