Pocas celebraciones hay tan vistosas como el tradicional Día de los Muertos mejicano -Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, según la UNESCO-.
Un sincretismo entre las celebraciones católicas (Día de Todos los Santos y Día de los Fieles Difuntos) con las diversas costumbres indígenas de México. El estudio Pixar con su genial musical de animación Coco, nos muestra parte del su atractivo mientras acompañamos al joven Miguel, que es transportado accidentalmente al mundo de los muertos, a encontrar a su tatarabuelo fallecido y así poder volver con su familia de entre los vivos y que esta quite la prohibición que impone a sus miembros sobre tocar música.
Pero que últimamente parece tener que competir en popularidad con la anglosajona Halloween, bastante relacionada pero de intención muy distinta. ¿Sabíais que la palabra «Hallowe'en" significa «Noche de los Santos»? Proviene de un término escocés para la víspera (la noche anterior al día) de Todos los Santos. Aunque tiene origen celta, pues se la vincula al Samhain -cuya etimología es gaélica (antiguo irlandés) significa «Fin del Verano»-. La cual era la festividad más importante del período pagano en Europa hasta su conversión al cristianismo, considerada como el «Año Nuevo Celta», que comenzaba con la estación oscura. Convirtiéndose tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo.
Creencias y Costumbres, populares o religiosas, para conectar a los humanos en Vida con su mayor temor: la Muerte. He aquí una nueva dicotomía musical en NMHA.
Texto: Miguel Tébar
