Entre el refrán «Quien bien te quiere te hará llorar» y el dicho «El que ríe el último, ríe mejor» hay muchos matices, causas y motivos para reír o llorar. Paolo Conte, en su canción 'la Vera musica' recita:
«La música real, es aquella que sabe hacer reír y, de repente, te ayuda a llorar...»
La risa, normalmente, demuestra alegría o diversión y el llanto pesadumbre, adversidad o dolor. Personalmente, una carcajada me la suele producir lo absurdo y (casi) siempre se me escapa una lágrima (de impotencia) ante las injusticias. Aunque como cada cual es un mundo diverso, a ti probablemente te suceda con otros ejemplos.
Hablando de montar escenas, desde siempre he encontrado fascinante el dicotómico símbolo del teatro conformado por los rostros de las musas griegas Talía y Melpómene. Las cuales, respectivamente, representan a la Comedia y la Tragedia.
Sobre quien inicialmente fue considerada la musa del canto, el mito cuenta que aun teniéndolo todo -al menos a lo que se supone una mujer de la época aspiraba-, Melpómene no lograba ser feliz. La misma razón que lleva a muchas personas al verdadero drama de la vida, pues poseer todo no es suficiente para ser feliz.
Como cantaba el genial Peret:
«Es preferible, reír que llorar y así la vida se debe tomar. Los ratos buenos hay que aprovechar, si fueron malos mejor olvidar.
Mirar al mundo con alegría, tratarnos todos con simpatía. Porque la vida volando pasa, dejar lo malo para mañana».
‘Cry laughter’ «Llorar de risa», temaco de casi 18’ compuesto e interpretado por el ghanés Joe Mensah, y que en sus últimos 50’ canta el tópico de «Llorar como un niño...».
Texto: Miguel Tébar, periodista musical.
