Nunca sabremos cómo sería nuestra vida si las cosas no hubiesen sido como son. Es imposible. Cuánto de nosotros se perdió en los caminos que no anduvimos. Ya nunca podré intuir el firmamento del viaje que no fue; nunca sabré cómo hubiese sido vivir sin miedo, sin aquel frío que caló hasta los huesos, huyendo tan solo hacia delante. Hasta que el mundo se vistió de ceniza. Las cosas sucedieron así, no puedo escapar de esta herencia, no volveré a sentir su abrazo. Pero puedo tratar de entender.
Nada me puede hacer más ilusión que compartir contigo Buscaba la belleza, mi primera novela. El dolor, la intimidad y lo aprendido es de verdad. La luz, el miedo y la consciencia, todo eso también es verdad. Casi todo lo demás es ficción. Nunca he tenido muy claro dónde acaba la literatura y dónde empieza la vida.
Estas páginas son también (supongo) un mapa de vuelta a casa.
Texto: Jesús Terrés