Batacazo del Ourense ante un gran Coruxo

El Coruxo volvió ayer a ser el de las grandes tardes en O Vao ante un Ourense que no dio la talla en un domingo que podía colocarle de nuevo entre los cuatro mejores. El equipo vigués estuvo mejor colocado y organizado, ahogando al rival con la presión y con un gran acierto en el tiro a puerta. Una victoria que permite a los vigueses recuperar la confianza en sus posibilidades de permanencia y que siembra la duda en el conjunto que entrena Luisito.

ondacero.es

Ourense | 24.03.2014 08:04

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cd ourense-coruxo | Faro de Vigo

El Coruxo volvió ayer a ser el de las grandes tardes en O Vao ante un Ourense que no dio la talla en un domingo que podía colocarle de nuevo entre los cuatro mejores. El equipo vigués estuvo mejor colocado y organizado, ahogando al rival con la presión y con un gran acierto en el tiro a puerta. Una victoria que permite a los vigueses recuperar la confianza en sus posibilidades de permanencia y que siembra la duda en el conjunto que entrena Luisito.

Rafa Sáez apostó fuerte y le salió bien. El técnico sorprendía a todos en el once inicial colocando a Mateo como falso nueve, además de utilizar a una pareja de centrales inédita como Costas y Alberto García. La apuesta ofensiva del Coruxo provocó un descontrol en la defensa ourensana, con Campillo y Pablo Corzo en los flancos y Moisés formando pareja de centrales con Capi, que también reaparecía ayer.

Los delanteros que hasta ahora utilizó Rafa Sáez eran jugadores de mucha envergadura que fijaban a los centrales. Mateo no es ese tipo de perfil, y su movilidad en ataque provocó desconcierto en la zaga visitante, que no era capaz de fijar la marca, provocando que se crearan numerosos espacios.

El Ourense se partía con facilidad, con lo que los vigueses encontraron espacio por las bandas para subir con peligro. El equipo de Rafa Sáez también contó con un aliado que llevaba mucho tiempo desaparecido, y fue el buen estado del césped de O Vao. La recuperación del terreno de juego hizo más visible la calidad que atesoran los jugadores vigueses, y esa calidad se reflejó en el marcador.

El Coruxo salió muy metido, presionando la salida de balón del Ourense. Yebra, que regresaba tras cumplir sanción, y Adrián Cruz encontraron muchas dificultades para dar salida al juego atosigados por los rivales, por lo que los dos hombres de banda, Iker Alegre y Borja Valle, y los más adelantados, Javi Hernández y Gustavo Souto, estuvieron muchos minutos desasistido. Para encauzar el partido, los de Rafa Sáez rentabilizaron al máximo la estrategia. A los ocho minutos Antúnez saca un córner, Pedro Vázquez toca hacia atrás y Moscardó coloca el balón en el segundo palo lejos del alcance de Pato.

Fue un tanto que sirvió para que los vigueses se sacaran de encima la presión y les permitió jugar más tranquilos, tocando y tocando. El Ourense, que también había avisado a los dos minutos en un córner que despejó el portero, trató de reaccionar, pero el poco peligro que conseguía hacer era más por los nervios de Fernando a la hora de salir que por la propia jugada.

El partido se pudo romper en dos jugadas puntuales en las que el Coruxo salió netamente perjudicado. En el minuto 21, el árbitro concede la ley de la ventaja en un balón que llega a los pies de Mateo, que bate por abajo a Pato. El auxiliar señala un fuera de juego que no existió, con lo que se volvió a la falta previa. Ocho minutos más tarde, otra jugada de ataque del Coruxo finaliza con un disparo de Centrón desde la banda izquierda, y el balón se estrella en la cepa del poste de Pato.

El Coruxo tenía completamente dominado al Ourense, y pasada la media hora de juego amplió la ventaja al sacar Cristóbal una falta de forma magistral colándose por la escuadra sin que el portero uruguayo pueda hacer nada. Luisito cambió de una tacada a dos defensores castigados físicamente, Moisés y Pablo Corzo, para buscar una doble punta con Óscar Martínez. Rubén Arce se incorporó a la derecha y Borja Valle tuvo que retrasar su posición para rehacer la línea defensiva.

El equipo vigués, mucho más apremiado por la clasificación, tenía claro que el partido no se le podía escapar y, aunque el Ourense se mostró más ofensivo, no tardó demasiado tiempo en sentenciar con un nuevo tanto. El riesgo de jugar con tres centrales se multiplica cuando el rival ataca con velocidad, y eso fue lo que hizo el Coruxo a los cinco minutos de la reanudación. Pedro Vázquez le mete el balón por el medio a Mateo, que bate a Pato en su salida.

Con el partido encarrilado, el Coruxo se limitó a controlar a un rival que casi no inquietó y que estuvo a punto de ser sorprendido alguna vez más con las contras. Una victoria que le permite al Coruxo recuperarse anímicamente y afrontar el encuentro del próximo sábado en O Vao ante el Caudal de una forma muy diferente. El Ourense también juega en casa la próxima semana en busca de tres puntos ante el equipo más en forma de la liga, un Marino de Luanco que medirá las aspiraciones de los rojillos, a los que de inmediato les espera la final a doble partido de la Copa Federación contra el Guadalajara.