El Ayuntamiento de Badajoz suspendió, en el día de ayer, la 39ª Cross Popular ‘Vuelta al Baluarte’ (que este año, a su vez, se realizaba la primera participación de los patinadores) dos horas antes de su comienzo debido a la ausencia de catorce policías locales. Así lo comunicaba la corporación local en el día de ayer afirmando que esas ausencias, de diversas motivaciones, habían sido notificadas por los agentes a lo largo de la noche del sábado y en la madrugada del domingo, con lo que el Ayuntamiento se quedaba sin respuesta para garantizar la seguridad de los participantes, trabajadores y colaboradores de la prueba, por lo que se veía obligado a su suspensión.
Con todo preparado para celebrarse la prueba, incluido el vallado y señalización de los tres kilómetros y medio de recorrido urbano, los más de 2.500 participantes se dieron cita en la Plaza de la Libertad, lugar de inicio de la carrera, donde se encontraron con la noticia de la suspensión. Una buena parte de ellos, en señal de protesta, decidieron realizar el recorrido. Entre los afectados se encontraban los patinadores, una prueba que iba a celebrarse por primera vez, algunos de ellos llegados desde Cáceres y Plasencia, o un grupo de cuarenta menores de Alburquerque.
Los gritos de los participantes fueron masivos, señalando que todo era una "vergüenza".
Tanto el concejal de deportes, Juan Parejo, como la concejala de la Policía Local, Gema Cortés, presentes en el lugar de inicio de la ‘Vuelta al Baluarte’, han coincidido en señalar a los medios de comunicación que las ausencias de los agentes “es un chantaje” y que la ciudad “no puede ser rehén de la Policía Local”.
Mientras, el grupo socialista emitía un comunicado tras conocerse la suspensión de la prueba y culpaba al alcalde, Ignacio Gragera, también presente en el inicio de la prueba, de dilatar el conflicto con la Policía Local sin darle solución.
Recordamos que este conflicto viene de lejos y se centra en el cobro de los servicios extraordinarios y la equiparación salarial con la Policía Nacional, firmada en su momento pero dejada sin efecto debido a la protesta del resto de funcionarios municipales, que también pedían una subida de sueldo.