Un 37% de jóvenes en las zonas afectadas por la DANA han tenido dificultades para concentrarse en sus estudios en el último medio año mientras que un 97% ha asegurado que su centro educativo sufrió daños por la riada. El informe también concluye que casi la mitad de los participantes ha necesitado apoyo psicológico y que un 20 % se sigue sintiendo muy vulnerable.
A esto sumar que un 42 % ha visto su hogar afectado y que un 48 % indica que los empleos de sus familias se han visto afectados tal y como explica David del Campo director de alianzas de la ONG.
Preocupa además que el 70% desconozca las actividades y recursos existentes y que un 47% considere que no se les está teniendo en cuenta en las decisiones de su municipio para la gestión de la recuperación. Por ello desde la ONG insisten en que es necesario que las administraciones les escuchen.
Insisten en que el objetivo es no dejar a nadie atrás y que la reconstrucción sea realmente efectiva. También instan a formar a personal técnico, educativo y sanitario en atención con enfoque de género y adolescencia así como diseñar políticas de emergencia y reconstrucción que incorporen criterios de equidad interseccional: género, edad, origen, diversidad funcional o situación administrativa.
