El valencianista relata su calvario

Jorge Sáenz: "El trato en el Celta fue cada vez peor"

El central del Valencia habló en el canal de Twitch de Manoj Daswani

Eduardo Esteve

Valencia | 30.09.2021 11:51

"Jorge Sáenz es un defensa central que destaca, sobre todo, por su salida de balón".
"Jorge Sáenz es un defensa central que destaca, sobre todo, por su salida de balón". | Celta de Vigo

Fue un año complicado para Jorge Sáenz en el RC Celta. El valencianista hoy cedido en el Marítimo de Portugal ha roto su silencio para relatar el calvario que vivió en Vigo.

Orígen del conflicto

Comenzaba la charla reconociendo que "no tengo problema en contarlo, no tengo nada que esconder, tampoco voy a rajar del Celta". Y comenzaba su relato: "me comunican dos semanas antes de abrirse el mercado de invierno que no cuentan conmigo. Yo les digo que perfecto que buscaré destino. Cuatro o cinco días antes de que se abra el mercado llego a un entrenamiento normal y no entreno con el grupo, entreno aparte y tengo que estar como una hora dando vueltas al campo con otro compañero sin estar el mercado abierto. De buenas a primeras sin yo negarme a salir"

Añadía sobre su situación que "en ningún momento creé ningún conflicto. Me puse a buscar salida pero estaba lo del COVID y era muy complicado encontrar opciones en ese momento y las que me ofrecía el club no me gustaban nada. Fueron pasando los días y cada vez el trato fue peor. Me tenían dando vueltas al campo, entrenamientos desmesurados que no eran normales y que se alargó hasta final de temporada".

Un verdadero calvario

Respecto a lo mal que lo pasó con la situación afirma que "lo pasé bastante mal y hubo días que te planteabas muchas cosas. Lo pagaba en casa, había días que llegaba a casa y no me apetecía hablar con mi pareja. Da rabia que por cosas profesionales lo acabes pagando en lo personal. Hasta que cambias la mentalidad y empecé a mirarlo más que como un castigo como una oportunidad para mi para mejorar en lo físico".

Y concluía reconociendo que "había momentos en que las piernas no te daban para más. Fue muy complicado. Sigo pensando que la finalidad era que me rindiera. A día de hoy no sé si fue por parte del entrenador o del club ni lo quiero saber. No quedaba otra que aguantar el tirón. Hablé con AFE y acordamos con el club que, por lo menos, aceptando entrenar aparte, hacíamos la parte inicial con el grupo y los entrenamientos que no fueran para putearnos, hablando claro, los que sirvieran para crecer y ser mejor futbolista. Ahí la cosa fue más o menos a mejor".