La rompida de la hora de L´Alcora
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ondacero.es
Castellón | 31.05.2016 13:12
Reúne cada Viernes Santo más de 2000 tambores en la plaza de España de Alcora para tocar al unísono a las 12 en punto del mediodía. Con ellos se vuelve a vivir el cataclísmo, la tormenta y las sensaciones que dicen las escrituras que tuvieron lugar a la muerte de Jesucristo.
La idea se le ocurrió a José Luís Esteban, nacido en
Zaragoza pero más alcorino que los propios nacidos en el pueblo, que toma
conciencia de las bondades de Alcora justo cuando estaba estudiando medicina en
Zaragoza. En 1976 José Luís Esteban se embarca en las escasas celebraciones de
Semana Santa en una cofradía compuesta en aquel entonces, sobretodo por los jóvenes
estudiantes del pueblo. Dos años más tarde, encapuchado con el atuendo de la
Semana Santa y para la procesión de las caidas, Vicente Álvaro le pide que
toque el tambor, es la primera vez que suena un tambor en la Semana Santa de
Alcora, lo toca tan mal que decide crear un grupo de ensayo para dignificar el
instrumento y su presencia en la Semana Santa de Alcora. Comienzan entonces las
visitas a La Puebla de Hijar y los contactos con el último artesano del tambor
hecho a mano, Tomás Gascón, que provee de tambores de alta calidad al joven
grupo de tambores de Alcora. Surge a partir de ahí la buena relación con otros
grupos de tambores de todo el país, se ensayan melodías nuevas, se realizan en
Alcora jornadas de exaltación del tambor y un Viernes Santo de 1991 nace la
primera Rompida de la Hora de Alcora, con el inicio del más pequeño de la
Cofradía del Santisimo Cristo del Calvario. A pesar de que en 1993 un pequeño
grupo de detractores de la iniciativa pretende prohibir la Rompida de la Hora
de Alcora, el alcalde de entonces, Vicente Safont y el párroco, Mosén Membrado,
apoyan la idea y deciden potenciarla. Así nace la Rompida de la Hora de Alcora,
la única en el mundo multicolor, por estar abierta a cualquier tamborilero de
cualquier cofradía del mundo. De hecho, se ha convertido en santuario de
consagración de todo tamborilero que se precie de serlo.
Ha sido declarada recientemente Fiesta de Interés
Turístico Autonómico y hace cuatro años consiguió la declaración de Bien de
Interés Cultural por lo que opta en 2018 a la candidatura de Patrimonio de la
Humanidad. Por todo esto el jurado de los Premios Onda Cero 2016 ha decidido
reconocerla con la distinción del Premio Onda Cero de las Tradiciones y las
Fiestas que recibirá el próximo 2 de junio en el Auditorio y Palacio de
Congresos de Castellón.