"Pá comerse Madrid" con Isabel Aires

Gastronomía con olor a castañas

Ya hemos comentado otras veces que el otoño, además de los colores que tiene y lo bonita que es, nos provee de productos maravillosos para la gastronomía: setas, caza, verduras y, algo que nos lleva directos a la infancia, las castañas. Ese olor mientras se asan en los puestos en la calle, el cucurucho de papel de periódico que primero te calienta las manos y luego ya te comes. O esas tardes cuando éramos pequeños que se asaban en casa para merendar. Y es que están taaan ricas.

Isabel Aires

Madrid | 27.11.2020 14:29

En España hay grandes zonas de castañas, como Galicia, El Bierzo, Extremadura, Toledo o, por ejemplo, el Castañar de El Tiemblo, muy cerquita de Madrid. En la Comunidad de Madrid, al suroeste, está el más grande de todos es El Castañar de Las Rozas de Puerto Real, que es ideal para hacer una ruta de senderismo y ver los colores del otoño en todo su esplendor, con este árbol caduco, antes de que se quede sin hojas. Ojo, no hay que equivocarlo con el castaño de indias por mucho que se parezca, sus frutos son parecidos pero estas son tóxicas así que no se pueden comer.

Las castañas son una fuente de energía y nutrientes y rica en antioxidantes, tiene la peculiaridad de que se puede comer cruda, hervida, asadas, confitadas, en almíbar, puré, en tartas. El fruto entero es una estupenda guarnición para platos salados y es un acompañamiento perfecto para platos de caza, y en cocina es muy versátil por su curiosa textura que puede ser entre harinosa y crujiente, y su sabor, con matices casi dulces que igual que para esos platos salados, nos sirven para postres.

En Madrid hay varios restaurantes que las ponen ahora que estamos en temporada y hay que aprovechar porque en breve se acaban.

Nos vamos primero a Kuc Place to be (https://www.kucplacetobe.com/) un acogedor restaurante en la calle Santo Tomé, en el barrio de las Salesas. Es un sitio donde te sientes a gusto desde que entras por la puerta y Cristina Ybarra, una mujer de carácter y una gran pasión por la gastronomía te recibe y quiere que estés como en casa, incluso con parte de la decoración que pertenece a su familia. Además de los platos de su carta, no hay que perderse sus sugerencias, y preguntar siempre por las croquetas que van variando de sabor y te sorprenden.

Para el postre no hay que perderse la tarta San Martiño de castañas, con leche, harina de almendra y de trigo, mantequilla, azúcar, huevos… Importante a la hora de cocerlas, como en el caso de asadas, es hacerles un corte para que no exploten.

Y de ahí nos vamos a ‘casa’ de otra mujer, a Chamberí, en Alonso Cano donde Helena Centeno está al frente de los fogones de Lacabía (http://www.lacabia.es/), un coqueto restaurante de cocina clásica actualizada. Ha pasado por importantes restaurantes en Madrid, y es una apasionada del producto de temporada como lo demuestra su plato de Pichón de Bresse asado al momento, crema de lombarda tostada, castañas fritas y chalotas al oporto. Helena nos da el secreto de cómo las prepara, escaldadas primero y luego a fuego fuerte y ya se sirven de guarnición.

Otro loco del producto que lleva años haciéndonos viajar al sur a cada bocado es Manu Urbano de La Malaje (https://www.lamalajerestaurante.es/) desde su dirección en Plaza de la Paja. Su cocina se caracteriza también por buscar buen producto con platos como los que tiene ahora de setas y varios muy ricos de caza, como el Solomillo de ciervo al vino tinto o su ensalada de perdiz en escabeche con granada. Y con castañas un final bien dulce con sus Natillas de castañas u otro postre increíble de castañas ahumadas con hoja de pino con chocolate.