La investigación arrancó el año pasado tras varias denuncias de desapariciones de menores de 14 y 15 años. Tras varios días fuera de casa, aparecían con evidentes signos de haber consumido drogas.
Además, las desapariciones eran reincidentes, según ha confirmado la portavoz de la Guardia Civil.
"Habían sido enganchados por personas mayores de edad al consumo de sustancias estupefacientes. Una vez enganchados, se aprovechaban de esas condiciones y llegaban, incluso, a abusar de ellos sexualmente. Además, les obligaban a vender sustancias estupefacientes en sus centros educativos", ha dicho.
Hay seis menores identificados hasta el momento -cinco chicas y un chico-, aunque no se descarta que haya más víctimas que no hayan denunciado.