Sensación generalizada de impotencia blaugrana en el Metropilitano. Como dijo Gerard Piqué no habríamos marcado un gol ni jugando tres días . No es muy exagerada la afirmación . El Barcelona falla en las dos áreas y gravemente lo cual genera problemas graves en partidos ante rivales de la dimensión del Atlético se Madrid , el Boyern de Munich o incluso, a un menor nivel el Benfica.
Estamos viviendo una etapa muy decepcionante para los seguidores del Barcelona, ni siquiera es consúelo ya el decepcionante Real Madrid vapuleado doblemente esta semana.Bastante tiene el Barça preocupándose por su delicada situación como para mirar las tristezas de su eterno rival,que no son pocos por lo visto ante el Sherriff en Europa y ante el Español en la liga.
La reconstrucción del nuevo Barcelona se antoja larga, más larga de lo que parece y lo importante es que los daños colaterales sean lo menor posible. Es decir que el club siga compitiendo en Liga de Campeones y no caiga por debajo de la cuarta plaza, que pase las liguillas en Europa, que no sufra muchas decepciones ligueras y que su imagen internacional no baje en demasía, pero me temo que todo esto es muy complicado y algunas de estas cosas ya han comenzado a ocurrir y no tienen remedio.
El sábado , por primera vez en mucho tiempo vimos un Barcelona muy inferior al Atlético , por increíble que parezca , pero esta es la realidad del potencial actual de los azulgranas.
Luis Suarez para colmo marca, y en un gesto que le honra ante el barcelonismo , pide perdón. Cuando en realidad quienes tienen que pedir perdón son los que han ido tomando, una tras otra las decisiones tan decepcionantes y equivocadas que han devaluado la plantilla y arruinado la economía de un club que tenía un enorme músculo financiero. Estaba escrito que el uruguayo, a las primeras de cambio, se iba a vengar deportivamente en el campo.
Parece que Koeman gana tiempo en un giro inesperado de guion. Nunca un parón de selecciones vino también a un equipo. El Barcelona necesita muchas cosas y una es tiempo. Otra tranquilidad y menos ruido y eso, al menos podrá conseguirlo hasta el regreso de la competición en dos semanas ante el Valencia. Incluso podría seguir recuperando efectivos en ataque que tanto necesita para evitar la imagen de impotencia que exhibió el equipo el pasado sábado. Que tiempos nos ha tocado vivir