Llega el primer clásico del año en Arabia Saudí. El primer título del año natural y el enfrentamiento directo entre las dos grandes potencias de nuestro fútbol .
Con el Real Madrid líder claro, destacado e incontestable en la liga. Y con un caminar firme en Europa por más que el próximo escollo sea , ni más ni menos, que el PSG.
El Real Madrid , por tanto, es un conjunto solvente que sin embargo, ha dejado dudas en algunos partidos, como recientemente ocurriera en la eliminatoria copera ante el modesto Alcoyano o en el Derby madrileño ante el Getafe , donde sufrieron su última derrota.
Pese a ello son el equipo más sólido en la actualidad del fútbol español. No han desaprovechado los muchos errores que han cometido sus adversarios más directos y han logrado poner tierra de por medio en la clasificación liguera.
Sus hombres más importantes tienen mucho oficio y les funciona muy bien la columna vertebral. Empezando por el belga Courtois y terminando con el sempiterno Karim Benzema que está rallando a un gran nivel en los últimos tiempos.
Enfrente el Barcelona. Aún en construcción , imprevisible y fallón. Irregular a todas luces y capaz de estropear en unos minutos el trabajo de todo un partido .
Sin embargo, los barcelonistas recuperan de una tacada a cinco jugadores llamados a ser importantísimos en los próximos tiempos. Es verdad que casi todos llegan muy cortos de preparación o con una larga inactividad, de tal manera que no parece que vayan a ser de rendimiento inmediato. Pero a poco que aporten , con la enorme calidad que tienen le darán un salto cualitativo al equipo importante. Y más en un futuro no muy lejano.
Para colmo los azulgranas llevan ya cuatro clásicos seguidos perdiendo con su eterno rival y han cambiado las tornas respecto a la última época en la que el Barcelona dominó de manera abrumadora los duelos directos , tanto en el Camp Nou , como en el Santiago Bernabéu, logrando varios marcadores históricos.
Favoritismo el Del Real Madrid, evidente, y da la sensación que más claro en los últimos tiempos, máxime teniendo en cuenta que el Barcelona no cuenta con el factor Messi, fundamental tantos años. Pero es fútbol y estamos en Arabia, en un torneo que habitualmente en los últimos tiempos ha deparado muchísimas sorpresas.