En esta ocasión, los participantes sí han podido bañarse, ya que el año pasado el Bullaque llevaba muy poca agua y los bañistas solo pudieron mojarse con cubos.
Uno de los que se han zambullido en el río ha sido Benito Garrido, que lo viene haciendo desde el primer año.
También se ha bañado Martina, una mujer de más de 70 años de edad, que igual de Benito Garrido comenzó esta tradición desde el inicio. Y otro de los bañistas ha sido un niño de tan solo 8 años.
Además, unas 1.000 personas han estado a la orilla del río para presenciar y disfrutar de esta fiesta.
Tras el baño, los participantes han tomado un caldo caliente para entrar en calor. Y como se trata de una actividad festiva y reivindicativa, después han realizado una marcha de 2 kilómetros por el cauce del Bullaque para reivindicar su conservación.
La jornada ha finalizado con la degustación de migas y judías.