El pleno del Ayuntamiento de Oviedo aprueba el plan especial para la parcela del antiguo instituto de San Lázaro con el voto favorable de PP y la concejal no adscrita, Elena Figaredo. Se abstuvieron PSOE, VOX e IU-Convocatoria por Oviedo. ALBA Un proyecto, que incluye dos torres, de 22 y 15 pisos de altura, que es, según el concejal de Urbanismo, objetivamente bueno para San Lázaro y para Oviedo, por extensión. Ignacio Cuesta destaca, entre otras cosas, que el plan lleva la firma de uno de los arquitectos más prestigiosos del país, Patxi Mangado: "Además, gracias a la cesión obligada del 10% del aprovechamiento, el Ayuntamiento dispondrá de unos 2.000 metros cuadrados para equipamientos municipales".
El grupo municipal socialista, ha querido destacar que lo que en el pleno se discutía era el plan especial. Hoy no se da ningún pelotazo, afirma el edil Juan Álvarez. Lo que se presenta, dice, es un dilema sobre qué modelo se adapta más a la ciudad. Repetir modelos obsoletos de hace 17 años, afirma, o ceñirse a las alturas de seis plantas que imperan en el barrio y que no generarían, añade, espacio libre: "Se trata de decidir si nos vamos con más de 20 plantas, fuera de escala y con un modelo obsoleto. Para esto ya tuvimos bastante con el Calatrava; la nave nodriza que no termina de despegar". Insisten los socialistas en que habría que consensuarlo con los vecinos.
Gaspar Llamazares, por su parte, lamenta que su propuesta de edificios de seis plantas, un 20% de vivienda pública y un centro municipal para el barrio, no haya sido tenida en cuenta. No ve congruencia entre el plan especial y el plan general de ordenación urbana y lamenta que con este proyecto, el equipo de gobierno, afirma el portavoz de Convocatoria por Oviedo-IU, haya dejado lo público en manos de lo privado. Erige la soberbia, concluye, en tiempos de convulsión: "Nos preocupa que la iniciativa sea convertir terreno de equipamiento público en una zona residencial privada en un barrio con muy pocos equipamientos públicos".
Abstención también la del equipo de Sonsoles Peralta. La portavoz de VOX define el proyecto como el segundo pelotazo urbanístico de Patxi Mangado, amparado, en esta ocasión por planes especiales, donde el espacio público, afirma Peralta, queda reducido a una escasa zona verde y una edificación en altura que desentona con el entorno.