La dietista y nutricionista Paula Barros nos cuenta que cuantos más ingredientes aparezcan en las etiquetas más sospechoso será un producto de ser un alimento procesado. Por norma general, más de 5 ingredientes malo. Además, el orden en el que aparezcan los ingredientes va de mayor presencia a menor. Es decir. Si lo primero que aparece es “sal”, será el ingrediente principal del producto. Y las sales añadidas son usadas para potenciar los sabores. Una presencial superior a 1.25 gramos de sal por cada 100 gramos de producto ya lo convierten en alto en sal.
Paula nos recomienda priorizar alimentos y no productos. Por ejemplo, no debemos demonizar las grasas, y es importante fijarnos en cómo aparece el ingrediente. Si por ejemplo incluye “harina” sin más, quiere decir que es harina procesada. Para que sea una harina “saludable”, es importante que aparezca como “harina integral”.
La publicidad no es baladí. Si un producto quiere vender que es “sin azúcar añadida” no significa que sea obligatoriamente saludable. Dime de qué presumes y te diré de qué careces, se podría decir. Los ingredientes que acaban en “osa” o “ina”, suelen ser sustitutivas del azúcar. En un producto la presencia de azúcar debería ser de un 10% del total como máximo. El equivalente a cuatro terrones de azúcar para un niño, porque el azúcar, en su justa medida, es beneficioso, sin embargo, un consumo excesivo tiene riesgos. Si se utiliza suele ser porque convierte a los productos en más atractivos al paladar, pero puede conllevar que nuestros hijos acaben rechazando los sabores naturales porque esperan ese azúcar. Y entramos en un círculo vicioso. Los azúcares realmente buenos son los naturales (el que tiene la fruta por ejemplo).
El sentido común siempre es la pauta a seguir. Consumir puntualmente productos que pueden considerarse menos saludables no es un problema. Convertirlo en pauta de consumo sí.
En este capítulo tratamos de ofreceros información práctica y útil, pero si tenéis dudas concretas, Paula Barros os invita a plantearlas. En futuros capítulos las iremos resolviendo. Podéis mandarnos vuestras dudas al teléfono 686.465.110. Bien por escrito o por nota de voz. También a través de las redes sociales de Paula Barros
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