La curva de contagios mantiene su tendencia descendente en Aragón. En las últimas horas, según los datos provisionales de Salud Pública, se han notificado 346 positivos en la Comunidad Autónoma. De nuevo, las dos zonas básicas de salud de la capital turolense son las que registran las cifras más altas de casos nuevos: 25 en Teruel Centro y 14 en Teruel Ensanche.
Tanto el Colegio de Médicos de esa provincia como la alcaldesa de Teruel y el grupo parlamentario del Partido Popular insisten en la necesidad de hacer un cribado masivo para detectar asintomáticos en la ciudad. Sin embargo, en la sesión de control al Gobierno que se ha celebrado hoy en las Cortes, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, se ha negado a organizar esos test. Asegura que ninguna sociedad científica avala que ese sea un buen instrumento para controlar la pandemia. "No es por falta de recursos. Es que no son rentables, epidemiológicamente hablando", ha explicado.
Repollés respondía así a una interpelación de la diputada del Partido Popular, Ana Marín, que ha puesto el ejemplo de Palencia, porque allí el cribado sirvió para detectar 300 positivos asintomáticos. Marín también ha denunciado la escasez de ambulancias y camas UCI en la provincia turolense. Acusa al Gobierno aragonés de actuar solo con restricciones, pero sin ninguna acción sanitaria que ayude a controlar la pandemia en Teruel.
