Los zaragozanos finalizan este lunes un puente festivo de San Valero, en el que muchos han aprovechado para disfrutar del Pirineo y visitar las estaciones de esquí. Para los municipios del Sobrarbe, por ejemplo, la llegada de esos visitantes ha supuesto un balón de oxígeno, después de un mes de enero con muy pocos turistas, por culpa de la séptima ola de la pandemia.
Aunque algunos establecimientos continúan cerrados, la presidenta de los empresarios turísticos del Sobrarbe, Paz Agraz, calcula que este puente han logrado un 35% de ocupación. En las próximas semanas, esperan que la llegada de visitantes franceses también revitalice la economía y contribuya a la desestacionalización del turismo.
