ENFERMEDAD HEMORRÁGICA EPIZOÓTICA

La DGA pide evitar una "alarma social gratuita" ante la EHE de las vacas

El consejero de Agricultura y Ganadería, Ángel Samper, se ha reunido con el sector y se comprometido a apoyarles en la compra de tratamientos desinsectantes. Unos 15.000 animales padecen en Aragón la enfermedad hemorrágica epizoótica.

Patricia de Blas

Zaragoza | 14.09.2023 13:46

Vacas pastando
Vacas pastando | ONDA CERO

La enfermedad hemorrágica epizoótica, que se transmite por la picadura de mosquito, ha afectado al menos a 15.000 animales en Aragón, de veintiocho granjas de Cantavieja y ocho de Boltaña. Sin embargo, la cifra real podría ser mucho mayor, porque desde el Departamento de Agricultora sospechan que se ha extendido por todo el territorio y muchas explotaciones no están notificando los casos, por miedo a repercusiones económicas.

El consejero, Ángel Samper, se ha reunido este jueves con representantes del sector ganadero, con quienes se ha comprometido a financiar una parte del tratamiento desinsectante, la única herramienta que existe para frenar la enfermedad. Dado que el Ministerio no permite indemnizar a los afectados, Samper propondrá que este tipo de contingencia se incluya en los seguros agrarios.

En todo caso, recuerda que no se transmite a los humanos ni impide el consumo humano de la carne y pide prudencia. "Países terceros podrían tomar decisiones dolorosas y contra los intereses del sector. Y bastante tenemos con sufrir la propia enfermedad, como para tener una repercusión económica como consecuencia de una alarma social gratuita. Por eso, pido responsabilidad a los políticos", ha señalado, refiriéndose al Gobierno de España en funciones.

"Es dantesco ver a los animales que padecen la enfermedad"

Las autoridades confían en que, con la llegada del frío, desparezca el mosquito que transmite la enfermedad. Además, se ha observado que las vacas de otras comunidades autónomas que ya la padecieron, han obtenido inmunidad natural. Menos del 1% de los animales acaban falleciendo. Sin embargo, los efectos son devastadores para los ganaderos.

"Esta enfermedad no afecta al consumo humano, pero está destrozando la moral de los ganaderos, porque es un poco dantesco ver cómo quedan los animales. Los más débiles se mueren, otros pasan la enfermedad y no nos enteramos, y otros se recuperan lentamente. El problema no son las muertes, sino que estamos observando partos muy difíciles, abortos..." ha explicado José Ramón Olivar, presidente de la Cooperativa del Sobrarbe.