Uno de los puntos más destacados es que Stellantis se ha comprometido a asignar la fabricación de un nuevo modelo eléctrico que garantizar el futuro de la planta más allá del año 2030. Además, el nuevo convenio prevé un incremento salarial del 5% este año. También se amplía la jornada completa a 350 trabajadores, de los que 172 pasarán de temporales a fijos.
El sindicato STOPEL vota en contra de ese acuerdo porque, pese a que apoyan la propuesta económica y el plan industrial, la mayoría de los artículos del convenio no se han negociado. Además, el aumento de la jornada laboral, sumado a las medidas de flexibilidad, podrían conllevar hasta 50 días más de trabajo al año.
Creen que los excesivos ritmos de trabajo pueden afectar a la salud de la plantilla y aumentar el absentismo. El portavoz de STOPEL, Daniel Montejo, lamenta además que 500 empleos eventuales quedan en el aire porque la empresa solo asegura el futuro laboral de 172 puestos indefinidos.