Para mitigar la carga de trabajo de los sanitarios en esta séptima ola, desde este viernes se han incorporado siete equipos del Ministerio de Defensa que van a colaborar en las labores de vacunación. En concreto, se encargarán de inocular las dosis de refuerzo frente al coronavirus. Dos equipos trabajarán en la ciudad de Zaragoza y otros cinco lo harán de forma itinerante por Aragón.
Dos de esos equipos estarán fijos en el Hospital Militar de Zaragoza y asumirán agendas de 240 vacunaciones diarias por las tardes. A partir de este lunes día 10 de enero, otros dos equipos cubrirán otros puntos de la provincia de Zaragoza para reforzar la inmunización un día por semana.
En la provincia de Huesca, un equipo trabajará en los centros de Salud de Barbastro y Monzón para luego recalar en Jaca. En Teruel, los equipos apoyarán la vacunación en el centro de salud Teruel Ensanche, dos días a la semana, también en horario de tarde.
Con ese mismo objetivo, de reducir la carga en Atención Primaria, los profesionales jubilados de medicina o enfermería ya pueden presentarse voluntarios para apoyar a sus compañeros.
Medidas adecuadas
Los expertos empiezan a vislumbrar el tope de esta séptima ola en Aragón. La mascarilla, la vacunación, la reducción de las interacciones sociales o limitar la movilidad, seguirán siendo claves para frenar los contagios.
El investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, Enrique Bernal, considera que son medidas adecuadas a la situación actual y que permiten compaginar la prevención con la economía. En su opinión, volver a confinamientos o cuarentenas excesivas podría repercutir negativamente en la salud mental de la población.