“Diferente”. Es el vocablo, es la palabra hermana de Marbella.
Dijo la directora general de Turismo del Ayuntamiento a estos micrófonos nada más comenzar el año que este año FITUR iba a ser eso, “diferente”.
Es distinta su forma de estar; la primera vez usando una especie de híbrido entre tener expositor propio y no tenerlo.
Es distinta en su promoción; todo ella, toda la ciudad, todas sus joyas -las que sean- se muestran por igual, aunque ya sabemos que una vez más el deporte será un importante atractivo.
Es distinta porque hay dos vídeos, uno de San Pedro y otro de toda Marbella.
Es distinta porque la presentación en sociedad podemos decir que se ha quedado en casa; en un restaurante de una marca local incrustado en la vida social madrileña.
Es distinta porque hasta la Semana Santa y la Virgen del Carmen que este año se corona, literalmente, van también a promocionarse.
Y es distinta porque tomando como ejemplo la patronal hotelera de la Costa del Sol, mientras AEHCOS ha dicho que busca recuperar el turista nacional, Marbella persigue los de tres mercados que parecen despuntar como el americano, el árabe y el chino.
No parece tan difícil.