Una semana ha estado Marbella promocionándose en Oriente Medio. También otros destinos de España que forman parte de la Asociación Española del Lujo. Y la conclusión es que la ciudad, el municipio no solo mantiene el tipo sino que aumenta su poder de atracción sobre este tipo de turista; el de alto poder adquisitivo que viene de la zona del Golfo Pérsico.
Hasta el punto de que, como si fuera una forma de rendirse a la evidencia, los representantes turísticos de esas otras partes de España se han conformado con ser un segundo plato: “ya que están un par de semanas en Marbella, tienen tiempo quizá de visitar Valencia o Tenerife”.
Porque son estancias las de estos kuwaitíes, saudíes y dubaitíes largas, beneficiosas por su capacidad económica, pero, aquí está lo malo, o lo menos bueno, no van a contribuir a la desestacionalización.
Como si fueran maestros, pueden viajar mucho pero cuando siempre; o sea en julio y agosto básicamente.
No parece tan difícil.