“Sin que parezca presuntuoso, Estepona se vende sola”. Fueron más o menos las palabras ayer del alcalde de la localidad en FITUR, al preguntarle por la promoción que habían diseñado para la ocasión.
Dicho y escuchado así, puede parecerlo; lo de presuntuoso. Pero lo argumentó García Urbano enumerando todo lo hecho y por hacer en la ciudad, avances que se ven a simple vista y que se traducen mejor todavía si uno lo pone en contexto y lo compara con la Estepona que había. Es casi un comentario generalizado, más allá de ideologías, partidos y miramientos de ombligos propios.
Tanto es el avance, que empieza a contagiarse de la vecina Marbella, atrayendo a turistas de esos que persigue el Ayuntamiento marbellí, de los de alto poder adquisitivo. Veraneantes o residenciales, que es lo que se antoja que hay detrás de una promoción anunciada por el regidor, de esas casas que no puede comprarse cualquiera.
No parece tan difícil.
