Ni ha sido el primero ni será el último. Así quisieron quitarle ayer importancia la alcaldesa y el propio Félix Romero a la decisión de éste, la mano derecha de la regidora según palabras de Ángeles Muñoz, de ocupar su plaza en Mancomunidad.
Ciertamente, como recordaron, ni Manuel Cardeña, ni María Francisca Caracuel, ni siquiera, en la oposición, José Bernal, tienen ahora mismo dedicación exclusiva, como no la tendrá Romero a partir del martes próximo. Es más, el propio protagonista de esta mañana dejó de tenerla cuando fue parlamentario andaluz. Y así, una larga lista que puede haber en la historia de cualquier ayuntamiento.
Pero en sus intervenciones, las de Romero y las de Muñoz, se atisbó cierta dosis de “excusatio non petita accusatio manifesta”, en dos variantes; demasiadas explicaciones por un lado y una ida y vuelta de halagos por otro.
Y toménlo si quieren como anécdota, pero a la pregunta a Romero, que además realizó este medio, aprovechando su presencia como cada lunes tras la Junta de Gobierno Local, contestó primero la regidora, que había comparecido también; quizá por la importancia de uno de los asuntos tratados antes, quizá porque daba por hecho que el tema saldría.