Llegó al sector inmobiliario lo que los profesionales llaman el “ajuste del mercado”. Lo hizo más tarde de lo previsto, pero aquí está, tomando como referencia las transacciones, las compras o las ventas, como prefieran, de casas en el tercer trimestre del año pasado, las últimas reflejadas de manera oficial en el ministerio.
¿Qué es eso del “ajuste del mercado”? Pues es algo en realidad sencillo; si el precio del metro cuadrado no deja de subir llega un momento en que hasta en un lugar como Marbella las casas dejan de venderse, o se venden menos, mejor dicho, porque ventas sigue habiendo, entre otras cosas porque la apuesta por la alta calidad, esa idea manifestada varias veces ya desde el Gobierno local de que no haya “tanto”, sino “bueno”, se ve también en las promociones inmobiliarias. Muchas son de lujo, destinadas para un sector de la población a la que las subidas de los alimentos, la electricidad, la gasolina, etc., les afecta mucho menos.
Dicho lo cual, es cierto también que no es un trimestre, el de junio, julio y agosto, especialmente bueno.
Y en cualquiera de los casos, las casas vendidas son bastantes más todavía que en 2019, ya saben, la prepandemia, la referencia que se resiste a desaparecer de nuestras vidas.
No parece tan difícil.