El Cádiz sumó tres importantísimos puntos en su lucha por la permanencia, al imponerse por 0-2 en Sevilla al Betis, un equipo al que no le salió nada desde que Sergio Canales fuera expulsado en el tramo final de la primera parte y que en la segunda se desquiciara mientras llegaban los goles visitantes, hasta el punto de que acabó con nueve por la expulsión también de Aitor Ruibal.
Los béticos, que también perdieron lesionado en la primera parte al central argentino Germán Pezzella, se encontraron a un rival que, independientemente de esas adversidades del rival, estuvo muy bien situado en el terreno, fuerte en la defensa y muy activo en el ataque, con lo que llegaron los goles de Rubén Alcaraz, de penalti en el minuto 53, y Chris Ramos en el 58.
El Cádiz buscó en Sevilla la tercera salida consecutiva puntuando, después de empatar ante la Real Sociedad (0-0) y el Almería (1-1), y la encontró con un triunfo, el primero de su historia en LaLiga en el campo del Betis, y para ello lo que hizo fue tener resguardada su defensa pero con una presión adelantada para recuperar el balón y sorprender.
Esa idea estuvo cerca de dar frutos pronto, a los tres minutos, cuando el congoleño Théo Bongonda no supo colocar el balón bien y a ello respondió el meta portugués Rui Silva, pero ello fue una presentación de las intenciones de los visitantes.
Ante ello, a los locales les costó tener continuidad en su juego y, además, vieron como se tuvo que retirar por una merma física el central internacional argentino Germán Pezzella, quien le tuvo que dejar el sitio a Edgar González.
Llegó rebasada la media hora una pausa para la hidratación que le pudo venir bien al entrenador bético, el chileno Manuel Pellegrini, para mejorar a los suyos, pero poco después, en el minuto 38, vio como expulsaban con roja directa a Canales por cortar un avance de Rubén Sobrino cuando éste encaraba el área local.
De ahí hasta el descanso llegó otra buena ocasión de marcar para el Cádiz, pero el remate de cabeza de Chris Ramos se fue fuera pegado a un poste, con lo que la segunda mitad empezó con la incertidumbre de ver cómo unos y otros gestionaban este periodo con los condicionantes vistos en el primero.
Pellegrini renunció de salida a su delantero centro, Borja Iglesias, y potenció el juego por los costados con la presencia del brasileño Luiz Henrique, pero todo se trastocó cuando una mano de Juan Miranda dentro del área fue señalada como penalti, que transformó a los ocho minutos de la reanudación Rubén Alcaraz.
Poco después, en una perdida del Betis en ataque, se produjo una contra de Bongonda, que generosamente cedió a Chris Ramos para que éste marcara a placer el 0-2, pero no quedó ahí las adversidades para los verdiblancos, pues Aitor Ruibal fue expulsado también con roja directa, aunque ahora por agresión al cadista Fali.
Ahí se acabó el partido, pese a que quedaba media hora de juego, pero por el resultado y la inferioridad numérica en dos futbolistas del Betis no daba para presagiar una proeza que no llegó.