Ohio

Una mujer ha fallecido por coronavirus después de quedar a jugar a las cartas con un hombre contagiado y que este lo ocultara para no hacer cuarentena.

Un hombre ha matado a su hija de 16 años al pegarle un tiro pensando que era un intruso entrando en su casa en Ohio.

Grupos de manifestantes han esperado a Donald Trump en Dayton (Ohio) para exigir un control más estricto del uso de armas después del tiroteo que acabó con la vida de nueve personas. El presidente norteamericano visitará también El Paso por el ataque en un centro comercial.

Donald Trump urgió al país a condenar con "una sola voz el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco" al hablar del tiroteo de El Paso (Texas), antes del cual el presunto autor publicó un manifiesto contra inmigrantes e hispanos, y pidió pena de muerte para quienes cometan tiroteos masivos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó hoy que "el odio no tiene cabida" en el país, a la vez que citó problemas de "salud mental" al comentar los tiroteos de Ohio y Texas, que dejaron 29 muertos y decenas heridos el fin de semana.

El número dos de la del cuerpo local de Policía, Matt Carper, confirmó en rueda de prensa que Connor Betts es el responsable de la masacre y que su hermana Megan, de 22 años, está entre los fallecidos.

Las autoridades estadounidenses identificaron a Connor Betts, un joven blanco de 24 años, como el sospechoso del tiroteo registrado esta madrugada en Dayton (Ohio), que causó nueve muertos y 27 heridos en apenas un minuto.

Un barrio de una localidad estadounidense de Ohio, que han adelantado la Navidad para darle una última alegría a un niño de dos años al que le quedan dos meses de vida. El pequeño tiene un cáncer cerebral incurable.

Eva era una niña como cualquier otra de su edad, 10 años, pero en marzo del año pasado algo cambió. Había ido a cenar a un restaurante y al llegar a casa, su cara comenzó a hincharse. Alana, su madre, la llevó a urgencias y fue tratada por una reacción alérgica. Pero la hinchazón regresó una hora después, y esta vez, las pruebas revelaron que la pequeña tenía solo un 4 por ciento de la función renal y su vida corría peligro. Le practicaron una biopsia de riñón y los médicos dijeron que la única esperanza para Eva era un trasplante.

Se implantaron cables eléctricos delgados en los lóbulos frontales de los cerebros de pacientes con enfermedad de Alzheimer para determinar si el uso de un marcapasos cerebral podría mejorar las capacidades cognitivas, conductuales y funcionales en pacientes con esta forma de demencia.