El tenista balear ya se encuentra en Mallorca tras conquistar su decimonoveno Grand Slam, situándose a sólo uno de Roger Federer, el tenista que más títulos tiene. Pero como viene siendo habitual en él, pone los pies en el suelo "y la realidad es que poco a poco tanto mentalmente como físicamente todo se irá poniendo en su sitio".
Tras la gran temporada, tiene a tiro el número uno, algo que tampoco parece inquietarle. "No es mi prioridad, si con lo que hago puedo ser número uno pues fenomenal pero lo que no voy a hacer son cosas que estén fuera de mi alcance para llegar a lo más alto".
El encuentro que le llevó a conquistar su cuarto US Open, fue uno de los partidos más épicos que ha disputado en su carrera, y eso levantó a un público que quiso empujar a Nadal hasta el título. "Sentirlo se nota dentro de la pista aunque no me acuerdo de todo". En líneas generales, "sentir el cariño y el apoyo de tanta gente me ha ayudado muchísimo a seguir hacia adelante". Tiene claro que aunque "no suelo ver todos mis partidos repetidos, el del domingo lo voy a volver a ver".
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