RALLY DAKAR

Cristina Gutiérrez: "Estoy cumpliendo los sueños de mi padre"

La piloto se ha convertido en la primera española en ganar el Dakar en categoría Challenger.

ondacero.es

Madrid | 23.01.2024 01:30

Cristina Gutiérrez: "Estoy cumpliendo los sueños de mi padre" | Foto: Europa Press

Cristina Gutiérrez ha hecho historia en los últimos días convirtiéndose en la primera española en la historia en ganar el Rally Dakar en categoría Challenger. Y lo hizo además logrando una gran remontada en la última etapa, en la que remontó hasta 25 minutos con su principal rival.

"No era consciente de lo que estaba pasando detrás. Cuando llegué al final vi a todo el mundo revolucionado y pensé que estaría aún por allí Carlos Sainz", reconoce, asegurando que no sabía nada hasta que no vio a las cámaras enfocándola y le dijeron en meta que tenía opciones de ganar porque su rival, Mitch Guthrie, había tenido una avería y estaba parado.

Cristina destaca, además, el papel de su copiloto, Pablo Moreno. "Antes de copiloto es amigo mío, y antes fue mi mecánico. Dentro del coche hay momentos de tensión, pero somos tan amigos que queda todo dentro del coche (...) Ha sido un Dakar muy difícil para los copilotos".

Se ha convertido en campeona en uno de los pocos deportes que no tiene categoría femenina, por lo que ha competido en categoría mixta. "No existe categoría femenina porque no hace falta. Competimos en un coche o una moto, podemos competir de tú a tú y lo hemos demostrado", cuenta, a la vez que anima a más mujeres a interesarse por este deporte.

"Somos muy poquitas, entonces muy poquitas llegan al alto nivel. Cuantas más haya, más llegarán y ganarán. No intento buscar igualdad en número, sino que las mujeres que quieran entrar en este deporte no tengan esas barreras y esos miedos para poder acceder", reivindica.

Tras unos días intensos, Cristina ya se ha reincorporado a su trabajo como odontóloga, donde sus pacientes no han tardado en acudir a felicitarla y volver a pasar consulta.

Aficionada al motor desde muy niña, cuenta que cuando era pequeña le ponían los tapones de gasolina en la nariz para que los oliera. Toda esta afición viene, dice, de su padre, que nunca pudo competir. "Estoy cumpliendo los sueños de mi padre. Cuando acabé no podía ni hablarme, estaba roto en lágrimas, viviéndolo como si hubiese sido él".