El ciudadano votante español está virando hacia la derecha, lo que no significa que España se esté volviendo de derechas. Hay un crecimiento sostenido de la derecha en las encuestas de intención de voto.
En España hay tres bloques: derecha (PP, Vox y Ciudadanos), izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) y territoriales (nacionalistas ERC o PNV a Coalición Canaria o Teruel Existe).
Este tercer bloque es muy estable en sus apoyos electorales, ya que entre un 12% y un 15% de ciudadanos votan a fuerzas nacionalistas. Esto quiere decir que el 85% restante se reparte entre derecha e izquierda.
En las últimas elecciones hubo un empate a votos: 10,3 millones de votos para cada bloque y en los dos años y medio que han pasado desde entonces, se ha ido abriendo la distancia y ahora el bloque de la derecha tiene 10 puntos de ventaja sobre el bloque de la izquierda.
Esto no ha ocurrido de golpe, sino que es una tendencia sostenida. Según las últimas encuestas, se está produciendo un movimiento en el mapa de intención de voto, ya que según un sondeo de El Confidencial, Unidas Podemos le entrega 250.000 al PSOE; los socialistas, medio millón al PP; los populares reciben más de un millón de la izquierda y Ciudadanos, pero le dan 400.000 votos a Vox, que crece por todas partes porque le llegan votos de derecha e izquierda.
Los votantes de la extrema izquierda se pasan a la izquierda, los de la izquierda al centro derecha y los del centro derecha a la extrema derecha.
¿Significa esto que los españoles somos más de derechas que hace tres años? No necesariamente. De hecho, la posición ideológica que declaramos en las encuestas es prácticamente igual que la de hace años.
No es necesario cambiar de ideas para cambiar el voto. No es que la gente se haga de derechas. En 2011 hubo una crisis muy grave y el doctor Zapatero no fue capaz de curarla, así que pensaron en darle una oportunidad al doctor Rajoy.
No hay una mutación ideológica, sino una alteración de las percepciones y las preocupaciones inmediatas. Aunque sí hay un componente reactivo evidente: el 'antisanchismo' se ha convertido en una razón de voto por sí mismo y creo que hoy el presidente resta más a su partido de lo que añade.
En España, hay un estereotipo social que presume que la derecha es mucho más eficaz para las políticas económicas y de seguridad, y la izquierda lo es más para las causas sociales y para causas como libertades o políticas ambientales.
Cuando el tablero de las preocupaciones de la gente se inclina en esas direcciones, se ve reflejado en el voto. Ahora hay dos amenazas existenciales: inflación que golpea a las economías familiares de clase media y una guerra que pone en peligro la seguridad de todos los europeos.