En la última Hora Brava del año ha venido a visitarnos el hipnotista Jorge Astyaro porque, ¿qué mejor forma de acabar el año que conociendo nuestra mente a fondo?
Porque siempre dependemos de lo que la mente nos dice, pero muchas veces nos engaña. Nuestra propia mente juega con nosotros y llegar a entenderla es un verdadero arte.
Uno que ha dominado un Astyaro que lleva crenado sobre un escenario lo más parecido a la magia que vemos en las películas desde hace más de 20 años. No usa chisteras ni conejos, pero nos deja igual de asombrados con su espectáculo porque es capaz de leer nuestra mente como un libro abierto.