Según la Asociación Nacional de Empresarios Mayoristas del Sectos Videográfico, en 2005 había en España unos 7 mil videoclubs y hoy no quedan más de 300 en todo el país. La mayoría resiste como puede, avocados a la desaparición en tiempos de vídeo online y las plataformas de streaming por suscripción.
De este modo, Daniel Gascó resiste con el último videoclub de Valencia conocido como 'Stromboli' que defiende el sector como un apasionado al sector audiovisual con "catálogo importante de más de 20 mil títulos" mientras, recalca, "arreglo el tiempo de los clientes que vienen a escoger una joya, y para eso me tienen a mí y confían en mí". Un hecho que se basa en el "factor humano" porque, asegura, "es lo que no está en redes, el hecho de que puedas hablar con una persona, puedas confiar en una persona y hay una implicación adicional que se puede sostener o no".