CUANDO POR FIN SEA LUNES

Pablo Pombo: "Nos quedamos sin fuerza, casi sin pulso"

Pablo Pombo analiza en Por fin no es lunes el estado de la economía actual en relación a la recesión, las exportaciones, la inflación en los hogares y las previsiones para el 2023.

ondacero.es

Madrid | 29.01.2023 12:42

Economía flojita aunque no en la más crítica de las situaciones. Lo anticipamos aquí el 4 de diciembre cuando dijimos que podíamos contar algo bueno, por fin, que Europa podía evitar la recesión. Aquí no hacemos profecías del apocalipsis ni admitimos triunfalismo, eso sí, nos preocupamos porque el paisaje es objetivamente preocupante.

¿Por qué hemos esquivado la recesión? Porque para que haya recesión hace falta que haya dos trimestres consecutivos en negativo y el último no lo fue. Nos quedamos sin fuerza, casi sin pulso. La economía española creció en los últimos tres meses del año un 0,2%, prácticamente nada pero con latido.

El año 2022 terminó yendo a menos, nos salvaron las exportaciones con el empleo muy blando. La demanda de los hogares ha resistido la inflación como ha podido tirando de lo que se guardó durante la pandemia, ese ha sido nuestro flotador.

En las previsiones para el 2023, hay consenso entre los expertos. Estos tres meses serán peores que los anteriores y los pronósticos para le año entero no son muy felices. Creceremos menos que en el 2022, tan poco como el 1,1 que anticipa el FMI para España. Técnicamente no podremos hablar de recesión aunque la situación será difícil en muchos hogares.

La de recuperar una actividad como la que teníamos antes de la pandemia se retrasa hasta 2024, de manera que los españoles, en pleno año electoral, vamos ha vivir un contraste extremo entre el discurso económico del Gobierno y la realidad económica del país, se nos dirá que vamos lanzados mientras nos sentimos estancados y si nos contratan bien, esto va a ser duro de soportar, lo veremos a final de año, que hemos ganado la guerra contra la inflación.

Desgraciadamente no será así. Hemos terminado 2022 en el 5,8% y se calcula que acabaremos 2023 con una inflación adicional del 3,8%, y eso es mucho con todo lo que llevan las familias españolas en sus espaldas, la tasa de paro permanecerá prácticamente igual, también la deuda pública. Por un lado no vamos a poder darnos muchas alegrías y no vamos a premiar el triunfalismo, y por el otro todo parece de cara, aunque sean muchísimas las incertidumbres, que podremos evitar un desplome como el que sufrimos en 2008, de ahí en adelante.

Así que los profetas del desastre, como los triunfalistas, tendrán que recalibrar su mensaje si quieren ser creíbles y aproximarlo a una realidad áspera, triste, pero no del todo creíble. Tema de la próxima semana: la ley del 'sí es sí'.