Hiprocresía en el debate de las concertinas fronterizas
La Unión Europea dice que no le gustan las concertinas fronterizas. Un ejemplo más de hipocresía en este debate. No le gustan pero no reclama la retirada porque ellos también defienden controles drásticos que impidan la entrada por las fronteras europeas. Como estaba de acuerdo el PSOE, que durante sus gobiernos mantuvo las cuchillas en 40 kilómetros. Y ahora unos y otros se echan las manos a la cabeza. Cosas veredes.