PP y VOX alcanzan un acuerdo de gobierno en Extremadura. El precio, una consejería para los de Abascal a pesar de la palabra dada por María Guardiola que fue tan tajante en sus líneas rojas que ahora queda como una persona sin criterio propio.
Los extremeños votaron más a los partidos de derecha que a los de izquierda. Y por tanto apostaron por un cambio. Para llevarlo a cabo hay que asumir nuestra realidad política, que nos gustará o no, pero es la que es. Hemos cambiado el bipartidismo por, permítanme el palabro, el bibloquismo.
Así que si PP y PSOE quieren gobernar no tienen más remedio que apoyarse en las fuerzas que tienen en sus extremos y frenar las excentricidades con negociaciones que queden por escrito. No es una buena noticia que dependamos de partidos que están en la orilla política. Pero es nuestra realidad y el PSOE la asume con bastante menos miramientos que el PP.