Juan Carlos de Lanzarote recuerda que con 12 años le tocó un chándal del payaso de Micolor. "Mi hermano cuando lo vio se rió de mí, pero yo me lo puse muy orgulloso de que por primera vez me hubiera tocado algo", cuenta.
A Javier, de Madrid, le sonríe la suerte. Hace años le tocó un viaje para ver el España-Nigeria en el mundial de Francia, y luego fue agraciado con la Primitiva: "Me tocaron 13 millones de pesetas recién casado", explica. Asegura además que un mes después volvió a ganar un premio en la Primitiva, y un año después, otro. Pero añade que "desde entonces no me ha tocado nada más".
Desde la capital también nos llama Pilar, que cuenta que fue de visita a la fábrica de galletas de Cuétara y ganó un premio por escribir una poesía sobre lo que vio. "Me quedó preciosa", reconoce, y señala que le mandaron "un cajón de pastas de todas las clases, de cada tipo me dieron tres o cuatro cajas". "Tuve para repartir a todas mis amistades y familiares", asegura.
Nos vamos a Badajoz para escuchar a Carlos, que nos dice que le tocó un viaje en el Concorde a París. "Tardamos una hora solo, y te daban champán y todo", recuerda.
Y a Domingo de Granada le regalaron un cerdo vivo: "Yo vivía en un piso y no sabía dónde meterlo", cuenta, y añade que se lo dejó a un carnicero para que se lo preparara. "Nos lo comimos en cinco barbacoas, de punta a rabo", destaca.